El pasado 29 de septiembre murió el actor Tony Curtis, cuyo mejor cine se encuentra entre las décadas de los 50 y 60. Aunque su papel más recordado sea el de amante disfrazado de mujer de ´Con faldas y a lo loco´, de Billy Wilder, tal vez en el ´El estrangulador de Boston´ muestre sus máximas capacidades interpretativas, que no pudo desplegar en demasiadas películas. Es un caso extraño el de Curtis. Figura en pocas pero importantes películas y a ellas se circunscribe su talento (las dos citadas y ´Espartaco´, fundamentalmente). ¿Incapacidad de elegir acertadamente? ¿Oferta insuficiente a su altura? El hecho es que en las decenas de títulos que jalonan su filmografía abundan las películas mediocres o decididamente olvidables. Por eso no está de más recordar ´El estrangulador de Boston´, que presenta hoy la Filmoteca de Extremadura en Cáceres. Crónica de un asesino de mujeres, basada en hechos reales, dirigida por Richard Fleischer, en ella Curtis interpreta con frialdad al personaje del criminal, un fontanero casado que abusaba sexualmente de las mujeres que asesinaba. En su momento, la película llamó la atención por la forma en que la pantalla se dividía en otras más pequeñas para mostrar varias acciones simultáneas.