Si en diez años de existencia del Festival de Cine Gay y Lésbico de Extremadura (Fancinegay), la situación de este colectivo ha cambiado a mejor notablemente en la región, aún persiste el inconveniente geográfico. "Ser gay en un pueblo es mucho más difícil que en una ciudad", afirma Pablo Cantero, director del festival. Y Extremadura es mayoritariamente un mundo rural, "así que el esfuerzo tiene que ser aún mayor". A ello contribuye el cine, que ha modificado radicalmente su mirada sobre este colectivo, como recoge la programación del festival, que ha logrado en esta edición llegar a un mayor número de pueblos, además de las sedes oficiales de Mérida, Cáceres y Badajoz.

Una selección de cortometrajes y el documental Campillo, sí quiero , sobre un casamiento colectivo de gays y lesbianas en un pueblo, se difunden estos días en las sedes de los Espacios de Creación Joven de 19 localidades.

"Cada vez el tratamiento que hay en las películas para el colectivo es más positivo, más realista, más cercano a la cotidianidad", afirma Cantero. De esta manera el festival "nació para morir". Cuando cumpla su objetivo "utópico de la igualdad social", es decir, que no se mire a gays, lesbianas y transexuales "como gente rara, como bichos", echará el cierre. Y de la naturalidad social hablan, "cada una con su estilo", las películas seleccionadas en esta edición que acaba el próximo domingo.

En un año de mayor número de películas españolas que atienden a este colectivo, la presencia hispana se hace notar en el festival. He aquí los títulos que se proyectan en su segundo y último fin de semana en Cáceres (Filmoteca de Extremadura) y Badajoz (Centro de Ocio Contemporáneo).

´Bear city´ . Tras su estreno en Madrid, Extremadura es la segunda comunidad española donde se proyecta. "Es como la versión cinematográfica de la serie de Sexo en Nueva York en versión gay", protagonizada por osos , una forma de definir en el argot gay a determinados homosexuales obesos y peludos. "Es una comedia fresca, divertida, un contrapunto a los dramas mayoritarios en esta temática", señala Pablo Cantero.

´Habitación en Roma´ . Es un ejemplo de cómo el cine español aborda con naturalidad las relaciones gays y lesbianas. Tras el batacazo de Caótica Ana , Julio Medem se inspira en la película chilena En la cama centrando la acción en una noche en la que coinciden dos jóvenes en un hotel de la capital italiana.

´Inertes´ . El segundo filme de Eusebio Pastrana evoca a Thelma y Louis , de Ridley Scott. Como en ella, la protagonizan dos mujeres, que emprenden un viaje de Madrid a Andalucía, y en medio del camino se encuentran con un joven que las acompaña. Pero el tratamiento del filme difiere del de Scott. "Es poético y onírico", señala Cantero.

´Contracorriente´ . Al realismo mágico alude el director del festival para referirse a esta coproducción entre Perú, Colombia y Francia. Y es que en esta historia de amor entre un pescador casado y un pintor, el director Javier Fuentes León traspasa la realidad para narrar parte de la película desde el punto de vista del pescador muerto accidentalmente en el mar, que regresa para pedirle a su amante masculino que busque el cuerpo para enterrarlo.

Cortos Ñ . El festival presta atención a los nuevos realizadores españoles con esta selección de cortometrajes. Entre los siete títulos escogidos, figura Milagro , de Miguel Rosa, la historia de un día en la vida de una inmigrante, que fue rodado en Almendralejo. Si Cara o cruz habla de dos adolescentes en la periferia madrileña, Late narra la fugaz historia de dos mujeres, La mirada de las fotos describe el pudor de dos amantes jóvenes y en Bragas una madre intenta convencer a su hijo de que deje de ser gay. Por último, en Dinero fácil , un joven es contratado para ofrecer su servicio sexual.