Las películas que destaca Paula Ortiz remiten directamente a algunas de sus particularidades como cineasta, como la simbología y la poesía visual. Es el caso de Orlando, de Sally Potter. «Contiene muchas de las claves que me han construido y me siguen interpelando». Obras que se alejan de la realidad, pero desde un lugar muy atado a la tierra y que consiguen trascender los significados hacia otros lugares, como Azul, de Kieslowski. Aunque si tuviera que elegir una sola película, esa sería Ordet (La palabra), de Dreyer. «La vi cuando era pequeña y aunque no la entendí del todo, estaba siendo consciente de la experiencia». A la directora de La novia le pilló la crisis localizando en el norte de Italia para su próxima película, Across the river into the trees, adaptación de la novela de Hemingway, pero ya se encuentra en Zaragoza con su familia.