Tras conocer el fallo del jurado, Bahman Ghodabi dedicó ayer el galardón "a los kurdos que viven en Irán e Irak y al cine iraní". Las tortugas también vuelan está ambientada en un pueblo del Kurdistán, en la frontera entre Irán y Turquía. "El filme habla de la vida real de esa gente. Trata de mostrar unas vivencias y una realidad que los satélites y las antenas parabólicas no muestran en televisión", dijo el cineasta. A sus 35 años, confesó que "es difícil empezar un nuevo proyecto después de esta película porque requiere mucha energía y esfuerzo" pero añadió. El realizador expresó su deseo de que este premio ayude para que el filme tenga una buena distribución.