Como quien se mira en un espejo para reconocerse, Cáceres se asoma al mundo cada mes de mayo con Womad, el evento más multitudinario que lleva compartiendo con el público durante más de dos décadas. Mucho más que música, el certamen multiétnico ha conseguido, año tras año, éxito tras éxito, que sus calles se transformen en una demostración del poder del sonido para mezclar culturas en perfecta armonía. Una fiesta para todos al ritmo de voces y tambores.

A esa ciudad de los sentidos pertenecen imágenes imborrables como las cigüeñas sobrevolando el cielo de la ciudad monumental mientras suena la música. Y, por qué no, el tumulto vibrante de cientos de espectadores en las escaleras de la plaza Mayor al Arco al Estrella, verdadero termómetro de la efervescencia festivalera.

Quienes vinieron, repiten, quizá influidos por el magnífico ambiente que encontraron en la primera visita. Así ha sido para muchos, que descubrieron que Womad cambió sus vidas: niños a quienes sus padres trajeron por primera vez al festival y que, ahora, ya jóvenes, nunca faltan. Y mientras tanto, el mundo sonando en las calles: Africa, América, Asía, Europa, Oceanía... Un crisol de culturas a disposición del espectador, un privilegio. Cáceres latirá con fuerza. Una ciudad de los sentidos. Una ciudad que suena en el mundo.