George Clooney.presentó ayer en la Mostra de Venecia la comedia The men who stare at goats , que parte de una premisa disparatada: un unidad secreta militar fue creada con las mentes más dotadas del Ejército americano con el objetivo de defender América de sus adversarios, desafiando las prácticas de combate conocidas e incluso las leyes de la física: sus miembros pueden volverse invisibles, atravesar limpiamente las paredes y hasta matar cabras simplemente mirándolas fijamente. Por extraño que parezca, el libro que la película adapta está basado en hechos reales. "Lo más importante es que las partes más estúpidas son también las más verdaderas", lamentaba ayer Clooney.

El filme no funciona como sátira política o bélica porque la historia no vincula las prácticas de esos soldados superpoderosos con el zeitgeist del conflicto, ni saca jugo dramático de la insoslayable ambigüedad que los rodea (¿son genios o chalados?). Por eso, arranca con potencia pero la va perdiendo a medida que la usa solo para vehicular una serie de gags, eso sí, a menudo inspirados.