Joe Cocker, una de las voces más matizadas de la música de los últimos 40 años, edita Hymn for my soul , una colección de temas con sabor clásico en los que vuelve a sonar rasgado, romántico y pacifista gracias al blues, una música "llena de alma" pero con la que no siente "la potestad de lanzar mensajes".

El hombre que deslumbró en Woodstock en 1969 con su versión de With a little help from my friends de Lennon y McCarthy, que cayó en las drogas y en el alcohol en los 70 para resurgir en los ochenta con clásicos como Unchain my heart , se sigue definiendo en una entrevista telefónica con Efe como "simplemente, un cantante de blues".

Cocker vuelve a moverse con maestría en los diferentes registros de este género en Hymn for my soul (EMI), su nuevo disco, en el que recrea "un profundo aroma gospel" acercando a su sello personal composiciones de George Harrison, Dylan o Wonder.

Para ello, ha trabajado "prácticamente en directo, con los métodos clásicos y con una banda de músicos estupendos cuyo espíritu ha contagiado de fuerza la grabación", explica.

Pero Cocker, a sus casi 63 años, canta entre los acordes folk de uno de sus temas, Long as I can see the light , cómo pasa "tanto tiempo en la carretera que a veces existe la necesidad de ver una luz en la ventana para saber dónde está el hogar".

"Son años como para bajar el ritmo", reconoce, en los que no quiere llegar al punto "de no sonar bien", aunque aún se siente "con fuerzas para seguir trabajando" y no prevé la retirada.

Afirma que sigue contando con referentes como Ray Charles, pero también "disfrutando de compartir el escenario con artistas más jóvenes", y en Hymn for my soul , aunque está protagonizada por temas añejos, también contado con artistas más recientes como Subdudes o Andy Fairweather Low, compositor del tema que da nombre al disco.

LO SUYO ES SOLO CANTAR "La gente sigue preguntándose por qué no compongo mis canciones", explica, pero se muestra "resignado" con el hecho de que lo suyo es sólo cantar y considera que "eligiendo grandes canciones con las que uno se identifica, puedes hacer que la música suene como si fuera tuya".

De hecho, este nuevo disco parece diseñado para su voz, que aunque ya forma parte del club de los exfumadores, sigue siendo rasgada y sexy "o eso espero que piense mi mujer", bromea.