La celebración del Día de los Muertos en México es el escenario de la última propuesta de Pixar, Coco, una película que ensalza los valores familiares y propone recordar a los seres queridos con alegría, según explicó ayer su director, Lee Unkrich y la productora Darla Anderson. «Recordar a nuestros seres queridos fallecidos no tiene por qué ser algo triste y oscuro, podemos hacerlo con alegría y hablar a nuestros hijos de ellos de manera positiva e inspiradora», señaló a Unkrick, ganador del Oscar por Toy Story 3.

El homenaje a los mayores comienza en el propio título. Coco es la bisabuela de Miguel, el niño de 12 años que protagoniza la historia. Sueña con ser músico, como su ídolo Ernesto de la Cruz, pero la música está prohibida en su familia de zapateros, desde que su tatarabuelo los abandonó para irse de gira.

Decidido a cumplir a sus sueños pese a todo, Miguel emprende un viaje que lo lleva a la impresionante y colorida Tierra de los Muertos, una aventura en la que descubrirá las claves del pasado familiar. «No queríamos ponerlo en términos de blanco o negro», afirma Unkrich, «no se trataba de contar una historia en la que Miguel simplemente se escapa de casa y rechaza a su familia, porque él quiere a su familia y su familia a él».

Anderson subraya su predilección por las películas que parece que van a ir a un sitio y van a otro. «Así es la familia, nunca sabes por dónde van a salir, y es complicado pero al final del día, lo más importante es que se quieren mucho», destaca.

Coco se estrenará en España el 1 de diciembre. En México lleva tres semanas en cartelera y se ha convertido ya en la película más vista de la historia del país, con 19 millones de espectadores y una recaudación de 50 millones de dólares.

Actores como Gael García Bernal, Edward James Olmos y Alfonso Arau han puesto sus voces tanto en la versión mexicana -que se estrenará en España sin doblaje adicional- como en la inglesa.

A lo largo de tres años el equipo visitó museos, mercados, plazas, talleres, iglesias y cementerios de Ciudad de México, Oaxaca y Guanajuato.

«Fue increíble, pasamos mucho tiempo con las familias, vimos lugares asombrosos, la música es maravillosa y la comida», señala Anderson. La trama se desarrolla en dos mundos paralelos, el de los vivos y el de los muertos.

LA BANDA SONORA / La música es otra pieza clave del filme. Con banda sonora original de Michael Giacchino, la película navega por los distintos estilos de la música mexicana, de la cumbia a la música de mariachis, la marimba o el son jarocho.

Los guiños a la cultura mexicana no se limitan a la música. También aparecen personajes históricos como Frida Kahlo, Dolores del Río y Jorge Negrete, y criaturas mitológicas tradicionales como los alebrijes. Incluso el perro de Miguel, Dante, es un xolo, abreviatura de Xoloitzcuintli, una raza canina cuyos orígenes están enraizados en la civilización mesoamericana, ya que se consideraban representantes en la Tierra del dios azteca del fuego y el rayo.