Para Isabel Coixet rodar una película, aunque sea en Japón, es fácil. Lo "más duro" es, dice, "esperar el test del público" en el estreno en los cines de una nueva cinta, algo que ahora aguarda con la llegada a las salas españolas, el próximo viernes, de Mapa de los sonidos de Tokio .

"Soy de una generación para la que lo de la taquilla no era relevante, ni se pensaba en ella. Ahora no es así, o va la gente a ver tu película o tu supervivencia como cineasta no está clara", explica, en una entrevista con Efe, Coixet, mientras confiesa que le "angustia" si su nueva película "llegará a la gente".

"Todos queremos gustar o, al menos, que lo que hemos hecho sea objeto de discusión", añade esta cineasta a la que le "apasiona" que los espectadores hallen en sus películas cosas que ella no ha visto, y para quien la suerte de sus trabajos en festivales, concursos y entre los críticos no pesa tanto como "la química entre el autor y el espectador". Con títulos como Mi vida sin mí , La vida secreta de las palabras o Elegy , se ha consolidado como una de las firmas más personales y respetadas del cine español.