El Congreso de los Diputados aprobó ayer definitivamente el proyecto de Ley de Cine tras incorporar cinco de las seis enmiendas aprobadas en el Senado y rechazar la más polémica, relativa a la nacionalidad del director y de las películas. Una nutrida representación de cineastas, como Alejandro Amenábar, Carlos Saura y Alex de la Iglesia asistió desde la tribuna de invitados al último pleno del Congreso de la legislatura, que debatió un texto que, tras un largo y difícil proceso, ha alcanzado la unanimidad del arco parlamentario.

La ley da estabilidad al fondo de ayuda a la cinematografía, define al productor independiente, permite desgravaciones a los productores de hasta el 18% del impuesto de sociedades y potencia la diversidad cultural, entre otros. Inicialmente, el proyecto establecía como requisito indispensable para que un filme fuera considerado español que el director fuera español o europeo. La enmienda eliminaba este requisito y establecía que era suficiente con que el 75% del equipo creativo tuviera esa nacionalidad. Finalmente, el texto permanece como al principio, pues la enmienda fue rechazada.

Tras el debate, diversos miembros de la industria cinematográfica se mostraron satisfechos. Alejandro Amenábar estaba "sorprendido por la unanimidad" que logró la ley en el Parlamento. "Gracias a una ley que apoyaba a los nuevos realizadores pude rodar mi primera película, y ahora con esta podré hacer frente a proyectos más ambiciosos. Sin ellas, seguramente, yo no estaría aquí, sino haciendo Harry Potter en Hollywood", afirmó.

PROTEGER EL CINE La presidenta de la Academia de Cine, Angeles González-Sinde, estaba satisfecha porque todo el arco parlamentario se puso de acuerdo "en la necesidad de proteger la cinematografía". El director y productor Gerardo Herrero, expresidente y vocal de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España, destacó que las principales aportaciones son el sistema de ayudas (desgravaciones fiscales, nuevo fondo para películas en lenguas cooficiales, figura del productor independiente...). "Nos equipara más a países como Francia, Reino Unido o Alemania", dijo.

Mientras, la pugna con las teles privadas se saldó con el mantenimiento del status quo (seguirán destinando un 5% al cine). La Unión de Televisiones Comerciales Asociadas rechazó la Ley del Cine y anunció que continuará sus acciones jurídicas. Consideró que la nueva norma modifica la definición de productor independiente vigente y afirmó que servirá para subvencionar "a los de siempre".