El Congreso ratificó ayer definitivamente la ley Sinde gracias a los votos de PSOE, PP y CiU, partidos que a finales de enero pactaron una enmienda en el Senado que permitió resucitar una normativa que fue fulminantemente tumbada en el Congreso en diciembre. El paseíllo parlamentario del texto --que pretende acabar con la piratería en internet-- acabó ayer. Pero eso no significa que entre en vigor hoy mismo. Habrá que esperar a que el Gobierno redacte el reglamento que desarrolle la ley. Según las previsiones más optimistas, las del Ministerio de Cultura, la nueva normativa podría empezar a aplicarse antes del verano.

La ley Sinde (que provocó la dimisión de Alex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine y que ayer volvió a provocar una monumental protesta en internet por parte de colectivos críticos con la regulación en la red) prevé la creación de una comisión de propiedad intelectual. Este organismo administrativo dependerá de Cultura y tendrá vocales de otros ministerios: Industria, Economía y Presidencia. Los creadores de gestión se podrán dirigir a la comisión para denunciar páginas que permitan la libre descarga de material sujeto a derechos de autor. Según Cultura, hay unas 200 webs de este tipo. A partir de la denuncia, en semanas se podrán bloquear los contenidos.