Como tantos músicos jóvenes y no tan jóvenes, Pedro Guerra (Tenerife, 1966) sentía cierta aversión hacia la copla española. Funcionaba ágilmente ese mecanismo sicológico que unía (aún lo sigue haciendo) determinadas manifestaciones culturales a una época concreta de la historia de España (la dictadura de Franco), de manera que unas y otra constituían reflejos del mismo ejercicio despótico del poder.

Pero más de treinta años después, músicos como Pedro Guerra han reconsiderado esta anacrónica idea y no sólo defienden el legado musical de autores como Quiroga, León y Quiroga, sino que han empezado a grabar discos de homenaje a una música, que cada vez es menos de época.

SEGUNDA ENTREGA EN MARZO El cantante canario presentó en Badajoz el pasado septiembre Alma mía . Mañana lo hace en el Gran Teatro de Cáceres. Este disco se completará en marzo del 2010 con Contigo en la distancia . El disco no solo contiene coplas, sino boleros, tangos y música latinoamericana.

"Sabía que algún día haría este disco de versiones", declaró Guerra a este diario con motivo de su concierto pacense.

"En Canarias no escuchaba coplas --contaba. Solo hasta hace dos o tres años no he prestado atención a esas canciones, que se asociaban al franquismo, y esto estaba muy marcado en el ambiente en que me he movido. Pero he descubierto grandes temas y me he dado cuenta del universo que había perdido".

Ojos verdes , Niña Lola , La bien pagá y Te lo juro yo (las cuatro seleccionadas por el músico para el disco) ya han superado esos prejuicios.

"Pero no solo estas. Yo también tuve prejuicios respecto al rock y al pop, hasta que he llegado a un momento en que las canciones me interesan por sus letras y sus melodías".

Y de ese modo, concluía el músico, "cuando son grandes pasan de una generación a otra, sean coplas, sean de Los Beatles, de Bob Dylan o de Silvio Rodríguez".