Es la obra de arte más robada de la historia, implicada en 13 delitos, botín de guerra, falsificada, desmembrada, vendida ilegalmente y censurada, ha escapado a bombas e iras religiosas, la han codiciado huestes napoleónicas y los mandamases nazis. Desde que el maestro flamenco Jan van Eych terminara de pintar en 1432 los 24 paneles de roble de dos toneladas que componen La Adoración del Cordero Místico , también conocida como El retablo de Gante , la obra ha sobrevivido y formado parte de la azarosa historia de Europa. El historiador de arte Noah Charney desvela en Los ladrones del Cordero Místico (Ariel) la alambicada intrahistoria y los misterios de una pintura que "cautiva la mirada y desafía la mente". Charney (New Haven, EEUU, 1979), experto en delitos relacionados con el arte inició su estudio, salpicado de herramientas novelescas, comprobando las pistas de un viejo profesor. "Me dijo que era la obra más robada y deseada de la historia", explica vía e-mail desde Roma, donde vive y da clases. "Fascinado" por el retablo opina que "está a salvo y bien cuidado" en su enclave original, la catedral de Gante, en Bélgica. Para Charney, la obra "es una lente ideal" para examinar "la historia del crimen en el arte, un drama humano psicológico lleno de motivaciones ideológicas, religiosas, políticas y sociales". Usemos pues la lupa.

PREDELA PERDIDA

Originalmente, el retablo lucía en la base una tira de pequeños paneles cuadrados que se dice representaban el limbo. En 1550 la predela fue retirada durante una limpieza y se perdió.

LUCHA INTERRELIGIOSA

Los airados calvinistas intentaron entrar en la catedral de Gante en 1566 para destruir el retablo pero los guardias católicos que lo custodian lo impidieron y lo ocultaron.

EL SAQUEO NAPOLEONICO

La Revolución francesa desató el saqueo de arte para exponerlo ante el pueblo. Los paneles centrales del retablo fueron confiscados y enviados al Louvre en 1794. En 1815, Luis XVIII, tras la derrota napoleónica en Waterloo y agradecido con la ciudad que lo acogió en esa época convulsa, los devuelve a Gante.

CENSURA AL DESNUDO

En 1781, los realistas desnudos de Adán y Eva acabaron en un almacén y sustituidos por copias donde unas pieles de oso los cubren de los ojos escandalizados del emperador José II.

VENTA ILEGAL

En 1816 el vicario de San Bavón vendió ilegalmente seis paneles laterales a un marchante que los revendió en Alemania al coleccionista Edward Solly. En 1821, el rey de Prusia Federico Guillermo III compró la colección Solly para crear un gran museo en Berlín. El Tratado de Versalles obligó a Alemania a devolverlos a Gante en 1918.

EL HEROE CANONIGO

Al inicio de la primera guerra mundial, el joven canónigo de la catedral de Gante Gabriel Van den Gheyn protegió el retablo de la codicia alemana. Camuflado en una carreta de venta ambulante lo trasladó de incógnito y lo ocultó en unas casas y tras un confesionario de otra iglesia. Tras el armisticio regresó sano y salvo a la catedral.

EL PANEL ROBADO

En 1934 el panel de los Jueces Justos y su reverso, la estatua de Juan Bautista, fueron robados de la catedral. El obispo recibió notas pidiendo el rescate y el caso acabó envuelto en misterios y conspiraciones. Antes de morir, el rico agente de bolsa Arspende Goedertier confesó el robo a su abogado sin revelar el escondite.

LA CODICIA NAZI

El motivo central del retablo es el Cordero de Dios que vierte su sangre en un cáliz de oro, el Santo Grial: una tentación para Hitler y Himmler, que rivalizaron con Göring por poseerlo. Según Charney, "los nazis creían que la pintura contenía un mapa cifrado que les llevaría a las Arma Christi, instrumentos usados en la Pasión de Cristo", que tenían poderes sobrenaturales. En 1942 Göring lo confiscó y llevó a París. Su rastro desapareció. Al final de la guerra fue rescatado, junto a 12.000 piezas de arte más, de la mina de sal de Altaussee.