El lugar donde tomarle el pulso a las nuevas tendencias es internet. Y la prueba es el ultimísimo debate literario que ha puesto a Facebook y los blogs en un encendido debate a favor o en contra. Se llama Nuevo Drama (quienes hacen la propuesta escriben ambiciosamente DRAMA), lo lideran tres jóvenes escritores, Sergi Bellver (Barcelona, 1971), Juan Soto Ivars (Aguilas, Murcia, 1985) y Manuel Astur (Grado, Asturias, 1980). Su propuesta quizá no sea tan nueva. Se trata de dejar atrás las experimentaciones posmodernas --apuntan directamente a la fragmentariedad y al juego literario de la Generación Nocilla, aunque sin nombrarla-- y abrazar el clasicismo, la legibilidad, las ganas de contar historias y ganar lectores.

El problema es que este Nuevo Drama ha conseguido visibilidad a partir de un, digamos, paso en falso. A Bellver y Soto Ivars se les encargó la selección y el prólogo de una antología de relatos de autores contemporáneos titulada Mi madre es un pez (Libros del silencio), y ellos aprovecharon el texto introductorio para presentar su ideario debidamente etiquetado. "Existe un afán compartido por varios de los autores de este libro, llamado Nuevo Drama..." escriben, al tiempo que reafirman su intención de "renegar, en suma, de la versión más vacua de la posmodernidad". Ahí pincharon hueso. La selección de 33 autores, en la que no están, por supuesto, Agustín Fernández Mallo y compañía, pese a incluir mucha joven promesa como Paula Cifuentes o Aixa de la Cruz es tan ecléctica como para reunir también a los veteranos Rodrigo Fresán, Berta Marsé, Eduardo Mendoza o Jordi Soler. Sin embargo, algunos autores como Javier Calvo, Mercedes Cebrián o Javier Avilés se han manifestado muy agriamente frente a la posibilidad de que se les encuadrase en el nuevo movimiento.

En medio de la tormenta, el pasado jueves se presentó el libro en Barcelona --en esta ciudad viven Bellver y Soto Ivars--, sin apenas alusiones a la latente polémica. Incluso contaron con la presencia de un Javier Calvo muy serio --en su blog fue muy tajante--, centrado únicamente en el elogio a las cualidades literarias del libro, que no son pocas.

Los antólogos entonan el mea culpa. "Quizá ese no era el lugar en el que hablar del Nuevo Drama" --asegura Bellver pero no se arrepiente de sus postulados. "Nos han escrito más de 100 jóvenes diciendo que ellos escriben así. Leo a Jonathan Franzen y me digo que esa es la vía", dice Soto Ivars, admirador de Knud Hamsun y Antonio Muñoz Molina. ¿A dónde conducirá el Nuevo Drama? De momento, Bellver, profesor de la Escola d'Escriptura del Ateneo, está preparando una antología canónica del cuento contemporáneo y Soto Ivars publicará su primera novela, La conjetura de Perelman, el próximo mes en Ediciones B. El tiempo dirá.