El cine español no para de rodar. Puede que Alex de la Iglesia sea el que más ruido hace, pero hay numerosos directores que ahora mismo están detrás de una cámara. Gerardo Herrero, Rodrigo Cortés, Eduard Cortés, Xavier Villaverde, Antonio Trashorras, Vicente Villanueva... Otros, como Icíar Bollaín, están a punto de hacerlo. ¿No estábamos en crisis? Estamos, pero se sigue produciendo. Y mucho. Algunas fuentes explican que quizá demasiado. Basta echar un vistazo a la lista del Ministerio de Cultura o la revista de la Academia de Cine para corroborar el boom de rodajes: Antonio del Real, María Ripoll, Víctor Moreno, Eloy Enciso, Valentí Figueres- ¿Hay sitio para tanta película?

En el cine español hoy ya es normal una práctica que era inusual hace años: rodar sin tener cerrada la distribución. Muchas de las películas que se mostrarán en el Festival de Cine Español de Málaga no tienen fecha de estreno. De hecho, ¿Para qué sirve un oso? , con Javier Cámara y Gonzalo de Castro, es de las pocas que sí la tiene (1 de abril). La mayoría de las cintas del certamen la firman directores noveles o casi noveles que realizan propuestas arriesgadas hechas con poco dinero. "La calidad de las producciones está bajando. Todo el mundo quiere rodar y ahora hay muchos medios técnicos para hacerlo. Con una camarita realizas una película, pero, ¿cuál es el resultado?", se preguntan fuentes del certamen de cine tras dejar claro que al comité de selección le ha costado mucho esfuerzo encontrar entre la cosecha española productos dignos para el festival.

Sin la distribución cerrada, las películas acuden a los festivales para hacer ruido mediático y poder encontrar un distribuidor que apueste por ellos. Pero "de nada sirve estar presente en los medios durante los días del festival si luego la película se estrena meses y meses después", reconoce la directora de comunicación de la agencia WAW, Núria Costa, especializada en los servicios de márketing y comunicación desde la fase de preproducción.

"Cada vez está más complicado" tener distribuición afirma el director Eduard Cortés, que rueda The Pelayos con Miguel Angel Silvestre y Daniel Brühl. "En la industria tenemos que encontrar nuevas vías de exhibición que no sean solo las salas", afirma tras dejar claro que The Pelayos es una "película muy potente a la que no le faltaran novios para aterrizar en los cines".

Hallar distribución, sin embargo, es ahora el cuello de botella de la industria. "Estamos en crisis y nadie quiere arriesgar. Una distribuidora no puede hacer muchos experimentos, tiene que ir sobre seguro porque si no, se la juega. Y ellos, como los cines, son empresas y su objetivo es ganar dinero", analiza la responsable de WAW. "A diferencia de los productores, los distribuidores y exhibidores apenas cuentan con subvenciones. Los distribuidores cada día son más cautos en su política de adquisiciones ya que un fracaso en taquilla es cada vez más difícil de remontar para una compañía independiente", añade Costa.

En su opinión, los productores deben "diseñar una estrategia y realizar un análisis comercial del proyecto: a qué público te quieres dirigir y con quien compites cara al estreno. Si no lo haces, que es el caso de muchas producciones españolas, tienes un problema", sentencia la responsable de WAW, agencia que está detrás la ganadora del premio Goya Pa negre .