Durante el primer asalto , el campeón se suicida. El 21 de junio de 1992, poco antes de que se inauguren los Juegos Olímpicos de Barcelona, salta desde el décimo piso de su hogar madrileño y muere del impacto.

De nuevo, los periodistas escriben la crónica, pero ahora negra. Y ante la perplejidad se dispara la pregunta: ¿Qué había pasado?

Quedan once asaltos para contar, hacia atrás, como un viaje a la semilla, la vida de José Manuel Ibar, Urtain, campeón de Europa de los pesos pesados, ganador de 53 de las 68 peleas que disputó (41 por KO). Todo este combate por la vida discurre en forma de obra de teatro (Urtain ) en el ring del escenario del Gran Teatro de Cáceres (mañana, a las 20.30). La coproducción entre Animalario y el Centro Dramático Nacional, estrenada a finales del 2008, llega a la capital cacereña en el contexto de una gira por toda España que concluirá en Madrid a mediados de abril.

AMBIENTES NOCTURNOS Aunque Roberto Alamo, Urtain en esta obra escrita por Juan Cavestany, aclara que "en realidad, no es una obra sobre el boxeo", todo lo que se ve en ella remite al imaginario de ese deporte: un ídolo caído, un hombre manipulado, ambientes nocturnos, amores a pares, titulares de prensa...

Pero sí, el montaje va más allá del boxeo. Por allí aparece, por ejemplo, un Adolfo Suárez como director de Televisión Española diciéndole al púgil que Franco, el dictador, quiere verlo.

"La obra habla sobre el miedo y la educación del franquismo", resume Alamo.

Este actor ha participado en los principales montajes de Animalario (Alejandro y Ana , Hamelin o Marat Sade ). En Urtain , Alamo se ha transformado (por dentro, pero también por fuera, a la manera, aunque no tan exagerada, de Robert de Niro en Toro salvaje ) en el personaje que representa.

Entrenó con Jero García (campeón de Europa de peso welter) y sigue manteniendo el ejercicio diario para que en el espectador vea de buenas a primera ante el escenario "no a un actor que interpreta a un boxeador, sino a un boxeador".

UN HOMBRE FUERTE Ese boxeador nació en Guipúzcoa en 1943, en una familia humilde. Su padre (una sombra durante la vida de Urtain) fue un hombre fuerte y murió de un exceso: para probar esas fuerzas quince hombres saltaron sobre él.

El hijo fue como un émulo: levantó piedras, abrió troncos de madera a hachazos...

"Fue un chico de aldea que vivió en un entorno hostil, con un padre hostil, que tuvo poca formación, sin ideología y escasos afectos"

Pero sobre todo empuñó los guantes de boxeo durante algo menos de una década. Desde 1968, año de su debut, hasta el final de la década siguiente, ya muerto Franco. Después desapareció. Hizo negocios que le fueron mal. Bebió. Se deprimió. Y finalmente, saltó al vacío.

Urtain intenta dar respuesta a esa tragedia del ídolo caído. Y lo hace ideológicamente. Fue víctima del franquismo, de "un gobierno, de una sociedad. El régimen lo usó como personificación de valores que quería exportar: la fuerza, la potencia, la virilidad, los dos cojones", explica Alamo. Pero aunque fue usado "él no fue un angelito". Vivió a lo grande, como los triunfadores que lo tienen todo al alcance de la mano. Solo había que pedir: dinero, mujeres, posesiones.

El dibujo que traza el actor que encarna al boxeador lo sitúa con poco más de veinte años, triunfante, conducido a Madrid, aupado a la condición de ídolo, exitoso.

Pero no rehuye esa otra cara oscura, la de las debilidades, la del sufrimiento, "la que prohibía el franquismo, que no quería que los hombres fueran sensibles o mostraran ternura, algo que estaba reservado para las mujeres, y eso es una falsedad".

EXTRACCION SOCIAL BAJA Así que en el momento en que se producen las derrotas y la fama lo abandona, asoman las flaquezas "y todo el mundo se aparta de él".

"Aún hoy los boxeadores proceden de una extracción social baja, con escaso bagaje cultural, y la consecuencia de esto es que son utilizados, salvo Muhamad Ali o salvo que uno tenga cierta inteligencia para la vida".

Y sobre Urtain sobrevoló siempre la sombra de la falsedad, del tongo: tantas victorias y tan seguidas, ante boxeadores que no eran precisamente los más grandes, de manera que cuando le colocaron a uno de altura, Henry Cooper, la derrota en el Londres de 1970 en el que el púgil español perdió su corona de campeón de Europa, fue aún más llamativa.

"Fue un boxeador discreto, tenía la constitución para levantar piedras, pero no la de un luchador en un ring, y cuando llegaron las derrotas pareció que todo lo anterior había sido una falsedad".

RING Todo esto, desde el suicidio de Urtain hasta los orígenes del personaje, lo cuenta la obra teatral en sentido inverso. Esta pieza requiere un patio de butacas que envuelva el escenario, que al fin y al cabo es un ring. Pero como en los teatros a la italiana no es posible, se remedia en parte colocando algunas filas de butacas en el mismo escenario. Allí, el espectador se remonta en cada "asalto" (en realidad, la obra es un continuo desde el final al principio de una hora y media de duración) años atrás: del suicidio al retiro del boxeo, del retiro a los años de gloria: rodeado de mujeres, de periodistas que buscan titulares y contribuyen a construir un mito (y sí, ahí está peleando en la única pelea que recrea la obra), del éxito a su fama como levantador de piedra...

"En estos rounds se van dando claves de ese suicidio". La obra es una especie de lección de "lo que no se debe hacer con los seres humanos", es decir, no aprovecharse de ellos.

Roberto Alamo comenta que aunque no había un afán por calcar físicamente al personaje, él tomó la decisión, ocho meses antes de empezar los ensayos, de estudiar la apariencia del púgil, "su voz peculiar, su forma de mirar, de estar".

"Aunque físicamente este es un personaje extremo, lo difícil, para un actor, es intentar comprenderlo, meterse en el alma. De este personaje, pero en realidad, de cualquiera".

¿Y le gusta al actor el boxeo? "Sí, pero no lo había practicado". ¿Ha boxeado algún combate? "No. Solo en el gimnasio con mi entrenador. Pero aun así he intentado cuidarme porque no podía ir al día siguiente a trabajar con un ojo hinchado".