Las centrales nucleares españolas notificaron al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) un total de 46 sucesos a lo largo del año 2015, seis más que en el ejercicio anterior, según datos facilitados por el organismo regulador. Con todo, prácticamente todas las incidencias ocurridas el año pasado se clasificaron como de nivel 0 en la conocida como escala INES de riesgo nuclear, lo que significa que no tuvieron repercusión para las personas ni el medioambiente.

Solo hubo dos excepciones: dos incidentes registrados en la central de Almaraz (Cáceres) y clasificados como de nivel 1. En ambos casos, la central notificó la omisión de algunas de las rondas de vigilancia que se realizan cada hora en las zonas donde existe un riesgo de incendio. En el 2014, todos los sucesos notificados al CSN se clasificaron como de nivel 0 en la escala INES.

Por centrales, fue Ascó la que acaparó el mayor número de incidentes el año pasado, 17 en sus dos reactores; seguida de Vandellòs 2 (Tarragonès), con 10. Las instalaciones de Almaraz (Cáceres) tuvieron siete incidencias en sus dos reactores durante el 2015, mientras que Trillo (Guadalajara) registró cinco. Cofrentes (Valencia) y Garoña (Burgos) vivieron, cada una de ellas, un incidente. Y la central de Zorita (también en Guadalajara), que se encuentra en proceso de desmantelamiento, tuvo otro suceso.

La Fábrica de Combustibles de Juzbado notificó en el 2015 otros dos sucesos, también calificados como nivel 0, frente a un único suceso notificado el año anterior.

En todo caso, la seguridad de las centrales nucleares españolas es razonablemente elevada, sobre todo después de que el CSN ordenara a sus responsables que revisaran y actualizaran los protocolos y sistemas de alerta, tras el grave accidente del complejo japonés de Fukushima en marzo del 2011. Fruto de este refuerzo, el CSN, que en julio del 2014 había hecho una inspección sobre experiencia operativa en todas las centrales, consideró que cuatro casos inicialmente no comunicados (dos en Ascó 2, uno en Ascó 1 y otro en Vandellòs 2) tenían que ser notificados, pese a que las centrales no lo habían considerado necesario.