El violonchelista valenciano interpreta el Concierto en re mayor de Haydn con la Orquesta de Extremadura en el teatro Alkázar de Plasencia. Dirige Frank Beermann

En su equipaje lleva uno de sus dos violonchelos (construidos en 1730 y 1863). Su vida discurre como solista y concertista del Dúo Cassadó, junto a su mujer, la pianista Marta Moll. Sueña, algún día, con grabar las seis suites de Juan Sebastian Bach. Hoy (20.30) interpreta el Concierto en re mayor de Haydn con la Orquesta de Extremadura en el teatro Alkázar de Plasencia. El programa incluye además la Obertura Coriolano y la sexta sinfonía de Beethoven.

--Su biografía oficial dice que le aupó el violonchelista Mstislav Rostropovich.

--Yo tenía 13 años y había sido elegido entre un grupo para asistir a unas clases del maestro. Y en una de las reuniones apareció la Reina Sofía. Rostropovich le dijo que tenían que apoyarme para desarrollar mi carrera. Para mí, el contacto con él fue un gran acontecimiento. Sentí gran impacto tener a uno de los dioses trabajando conmigo. Aprendí de su energía, de su manera de trabajar.

--¿Su dedicación es consecuencia de la formación musical española?

--Es consecuencia de un ambiente familiar porque mi hermana es flautista. Pero también de la formación y del azar, porque yo no soy responsable de tocar el violonchelo. Mi hermana me empujó a que lo probara. Pensó que era un instrumento menos conocido y que yo lo estudiara era también una manera fomentarlo. Cuando yo empecé a conocerlo sentí un hechizo.

--Estudió en Estados Unidos, Alemania e Inglaterra.

--Sí, pero no es obligatorio ya salir de España para estudiar. Si conoces a alguien aquí que te pueda ayudar, puedes desarrollar tu carrera. Estudiar fuera tiene más una connotación cultural: conoces otros países, otras lenguas...

--Tenía ya el empeño de ser solista.

--Creo que ser intérprete tiene que partir de un impulso personal auténtico, profundo. Yo me definiría como músico. He sido primer violonchelo en orquestas durante un periodo feliz, y aprendí mucho. Por otra parte, tocar música de cámara es muy importante. E intervenir como solista requiere de mucha gente que toque contigo y, para mí, una necesidad.

--La exigencia es brutal.

--Lo es el modo en que tiene que llegar tu energía y capacidad intelectual al violonchelo.

--Y siempre viajando.

--Pero siempre tengo mi nido: mi esposa y mis dos hijos. Y aunque a veces estoy viajando, tengo la suerte de que esos viajes los hago con el Dúo Cassadó, que formamos mi mujer y yo.

--¿Grabará las seis suites de Bach?

--Si uno quiere hacerlo tiene que aportar algo nuevo. Vengo pensando en ello hace tiempo, así que me pondré con ellas cuando lo haya meditado bien.

--¿Qué puede decir del concierto de Haydn?

--Durante mucho tiempo se atribuyó al violonchelista Anton Kraft, al que estaba dedicado. Pero se descubrió un manuscrito de Haydn por el que se restituía la autoría de este. Tiene una mayor carga virtuosística, más sofisticación, más elegancia que el Concierto en do mayor del propio Haydn.