El actor francés mejor pagado, admirador de Louis de Funes, Blake Edwards, Billy Wilder y Jacques Tatie, regresa con Llévame a la luna , una comedia romántica para todos los públicos dirigida por Pascal Chaumeil. Interpreta en la cinta a un empleado de la Guía del Trotamundos que es cazado por una mujer (Diane Kruger) que solo desea casarse con él para acabar con un mal fario que persigue a las féminas de su familia.

--¿Cómo se sintió en el rodaje de Llévame a la luna ?

--Me gustó mucho trabajar con Pascal Chaumeil. Es un director agradable y nos entendimos muy bien. Tiene mucha elegancia y humanidad. Con Diane Kruger ya había hecho Feliz Navidad , aunque solo coincidimos en una escena. Lo pasamos bien.

--Fueron tres meses de trabajo entre Rusia y Kenia, además de Francia. ¿La escena del león está trucada?

--Sí, pero tras rodarla Diane se topó con un leopardo de verdad. Estaba en su ducha. Por suerte, hizo lo que le recomiendo en el filme: no se puso histérica, dejó la puerta abierta y se marchó. Pasó por delante de mi cabaña, una construcción sencilla de cuatro paredes y una mosquitera. Fue una escena real aluncinante.

--Menudo susto. ¿Hubo más sopresas?

--Pues sí. El rodaje ha sido una verdadera aventura. Una noche nos perdimos en la selva. Estábamos volviendo del rodaje y empezaba a caer la oscuridad, llegamos dos horas tarde. Nos extraviamos y era peligroso porque allí si te equivocas de camino puedes acabar en un cambio de rasante y caer por un desnivel.

--El filme tiene una trama bastante increíble pero se hace verosímil. ¿Qué le enganchó del guion?

--La historia, que es bastante surrealista pero posible. Habla de una superstición, de una familia en la que el primer matrimonio de las mujeres nunca funciona. Entonces Isabelle (Diane Kruger) que está enamorada de su novio y se ha comprometido con él quiere evitar la maldición amañando un matrimonio exprés con divorcio incluido con un desconocido. Cuando éste no se presenta a la cita y ella opta por un plan B aparezco yo.

--¿En lugar de Un plan parfait , el título original, podrían haber tiulado el filme La belle et le bête ?

--Ja, ja. Desde luego. Pero precisamente es la ingenuidad de mi personaje lo que hace que la gente conecte con él. Existe gente muy generosa en el mundo. Es un bello personaje al que le cuesta expresarse, algo torpe y por eso llega al espectador.

--La relación del personaje de Diane Kruger con el de Robert Plagnol, su pareja en la ficción, es tan perfecta que su final cuesta de creer.

--Pero todos conocemos a parejas que se separan y pensamos. ¿Cómo es posible si se amaban tanto, si nunca discutían y si eran la pareja perfecta? Y, de golpe, se acabó. Eso existe, todos lo hemos visto alguna vez.

--Usted sabrá bastante de eso. Se ha casado tres veces.

--No. En realidad solo dos. Antes del matrimonio actual estuve casado solo una vez. Llevo 11 años con la misma mujer. Con ella he tenido tres hijos y tengo otros dos de dos mujeres a las que estuve unido antes. Con mi mujer acabamos de celebrar los 10 años de matrimonio. Lo hemos hecho un año más tarde de lo que tocaba por motivos de trabajo. Estamos muy bien juntos.

--Volviendo al cine, la situación en España se agrava. El IVA cultural es del 21% frente al 5,5% de Francia.

--Y es una lástima porque el cine español me encanta. Yo estaría dispuesto a trabajar gratis con Almódovar, Amenábar y Fernando León. El cine en Francia paga menos IVA pero la situación también es complicada. La crisis está en todas partes. En EEUU, donde vivo desde hace cuatro años, los impuestos han subido un 10%. Me apena la situación que atraviesa España, especialmente porque el paro afecta sobre todo a los jóvenes. Lo formidable es que hay gran solidaridad familiar que es la base del secreto de salir adelante. Yo ayudo donando todo los beneficios del merchandising de mis filmes a una asociación francesa que ayuda a gente necesitada. En tres años ya se han recaudado 1,3 millones de euros.

--Rodaron en Moscú antes de que se instalara allí Gérard Depardieu. ¿Qué le parece su situación?

--Horrible. No creo que se marchara de Francia por un tema de impuestos sino por el trato recibido. Es lamentable la manera en la que ha sido tratado, todo lo que se ha dicho de él. Me parece alucinante. Fue un error y me sabe mal. Es triste que se haya ido del país porque él representa a Francia en el mundo entero.

--No le tienta hacer drama. ¿Dicen que los actores cómicos se crecen en ese género?

--Sí quizá, y en el porno (ríe). No. En serio. Me han propuesto muchas cosas, también dramas, pero creo que tengo un don para hacer reír, algo muy necesario, sobre todo en estos momentos. Mi deber es respetarlo. Con la situación actual la gente necesita reír, por eso hago comedias. No temo encasillarme porque dentro de las comedias he hecho personajes muy diferentes. Y si surge un rol dramático que valga la pena, lo aceptaré. De hecho, iba a rodar un drama pero tuve que dejarlo porque cambiaron las fechas y coincidían con mi último filme como director.

--¿De qué va y cuándo lo veremos?.

--Se estrenará en marzo. Es la historia de un hipocondríaco y su relación con su médico, a quien considera su mejor amigo. El filme habla de cómo ha cambiado la relación con el médico desde que existe internet.

--¿Su próximo proyecto?

--Estoy revisando el guion de My wife hates your wife , (Mi mujer odia a la tuya ), una película que produciré con mi productora, Sony y Will Smith. Es posible que también actúe en ella.

--Me cuesta verle en un filme de acción en Hollywood.

--Y a mí. No me lo han ofrecido aún pero sí uno para hacer de malvado que rechacé. No me apetecía perder cinco meses en un plató para interpretar a un malo francés enfundado en un traje de latex. Me va interpretar historias próximas a la gente, con humanidad, donde las personas puedan reconocerse... No me interesan los filmes para adolescentes, por ejemplo. Mis películas son para todo el mundo.