Siete exitosos discos, el sprock (soul-pop-rock) como estilo musical propio y dos cánceres de mama superados. La estrella estadounidense Anastacia (Chicago, 1968), siempre más aclamada en Europa que en su país, se acerca pletórica a la cincuentena. Inmersa en la gira de presentación de su nuevo trabajo de estudio, Evolution, y después de 20 años de carrera, la cantante se encuentra en un momento de madurez artística, en el que asegura derrochar toda su fuerza y energía encima del escenario en cada actuación.

--Su gira Evolution Tour 2018 cubre toda Europa, pero no llega a Estados Unidos. ¿Sigue siendo una parte del mundo que se le resiste?

-- Desde los inicios de mi carrera profesional, Europa ha sido siempre el lugar donde mi música conecta más con la gente. También en Oceanía. Para mí ha tenido más sentido continuar con este impulso europeo en lugar de intentar gustar en América.

--¿Acertó cuando tomó esta decisión?

--¡Por supuesto! Con casi 50 años, estoy en medio de una gira que pasa por las principales capitales europeas y sigo llenando recintos de conciertos. La vida siempre puede llevarte a caminos muy diversos, pero nunca sabes si hubiera sido mejor o peor. Yo estoy muy agradecida del que emprendí.

-- Después de tres años, este nuevo disco vuelve a contener material original en lugar de versiones.

--En este disco he vuelto a abrazar mi propio sonido, el sprock [mezcla de soul, pop y rock]. Las composiciones de Evolution contienen mi energía y mi madurez artística, fruto de 20 años en esta industria.

-- Entonces, ¿es más auténtico?

-- Me gusta poner mi personalidad en toda mi música, pero creo que en este trabajo mi estilo es más evidente y verdadero. Espero que sea algo que también sientan mis fans, quiero compartirlo con ellos.

--¿Y si tuviera que escoger dos canciones de ‘Evolution’ que la representaran?

-- Una sería Boxer, porque es verdaderamente sprock made in Anastacia, ideal para venirse arriba y levantar el ánimo. La otra, Why, debido al momento político que estamos viviendo, una pieza en la que canto para no dejar atrás a quienes sufren y animo a alzar la voz.

--Parece que usted es una mujer fuerte y poderosa. ¿Qué le ha hecho fuerte en la vida?

-- Todo lo que he experimentado durante mi viaje musical y personal me ha fortalecido porque me ha llevado a esta etapa de la vida en la que estoy ahora. Estoy en uno de los momentos más felices y Evolution celebra precisamente eso, el haber conseguido llegar donde estoy. Por esto el disco se titula así.

--Incluidos los dos cánceres de mama que ha superado.

-- En este momento aprendí que la familia y los amigos son lo más importante. No habría podido librar mis batallas si no hubiera sido por la red de apoyo que tengo a mi alrededor y esta también incluye a mis fans, que me mostraron infinitas muestras de cariño.

--¿Los fans fueron un apoyo importante?

-- Sin duda. Mis seguidores estuvieron conmigo en las buenas y en las malas y eso me hizo darme cuenta de lo increíblemente afortunada que soy de tenerlos.

--¿Y la música?

-- Fue un pilar esencial porque a través de la música pude comunicar lo que estaba sintiendo. Y, aunque muchas veces fue bastante difícil, siento que canalicé algo de lo que estaba sintiendo en mi música. Aparte de terapéutico, esto es algo personal e íntimo que en algún punto necesitaba compartir, ya que desgraciadamente muchas mujeres viven estas mismas experiencias y es muy importante recordarles que no están solas.

--Dice que ha llegado a un punto de madurez artística. ¿Qué significa eso?

-- Llevo 20 años en la industria musical, así que siento que he madurado como artista al saber quién soy y dónde está mi lugar, pero esto no me impide avanzar y crecer. Al contrario, me encanta lo que hago y la experiencia es, sin duda, un punto a favor. ¡A mí me tendrán que sacar a rastras y pataleando del escenario a los 90 años! Me gusta demasiado todo esto.

--Por último, ¿cuál es el secreto para mantener una carrera tan constante como la suya?

-- Seguir avanzando, explorando sonoridades y, por encima de todo, amando lo que haces.