Un documento que forma parte del archivo de la galería Tate de Londres parece apuntar a la identidad de Quasimodo, el personaje central de la obra del francés Victor Hugo El jorobado de Notre Dame , publicada en 1831, que correspondería a un escultor que trabajaba para el gobierno francés. Se trata de una autobiografía manuscrita en siete volúmenes del ecultorr británico del siglo XIX Henry Sibson (1795-1870), encontrada en una casa de Penzance (Cornualles) y donada a la Tate en 1999.

En 1820, Sibson logró un trabajo de escultor en París, según relata: "El Gobierno francés ordenó la reparación de la catedral de Notre Dame, y estaba ya en marcha. Dos contratistas, Plantor y Fontaine, me encargaron que esculpiera el follaje en torno a las ventanas". Parece ser, de acuerdo con ese relato, que Sibson se peleó con Plantor porque éste no le había proporcionado unos instrumentos, por lo que fue despedido. Y continúa el relato: "Solicité entonces trabajo en los estudios del Gobierno, donde se encargaban de ejecutar las grandes figuras para la decoración y allí conocí a monsieur Trajan, el hombre más digno, paternal y amable que jamás he conocido".

El británico consiguió un trabajo con un grupo que operaba en un proyecto en Dreux, donde se coincidió con "monsieur le Bossu (el señor Jorobado), un mote que tenía, y monsieur Trajan, el jefe de la cuadrilla, porque éramos varios", detalla.

"Monsieur le Bossu le dijo a monsieur Trajan que se asegurase de que contrataba al pequeño inglés", prosigue Sibson. La catedral había sufrido graves desperfectos durante la revolución.