En Suecia, cada 40 minutos una mujer llama a la policía para denunciar abusos y cada dos horas otra es violada. Y según la OMS, una de cada cuatro sufrirá violencia al menos una vez en la vida por parte de su pareja". A la periodista sueca Carina Bergfeldt (1980) le puede su profesión cuando habla del maltrato machista, que denuncia ferozmente --"porque no se habla lo suficiente de ello"--en su primer libro, Matar a papá (Seix Barral), un original thriller psicológico donde toda la violencia que aparece, asegura, "es real" y documentada a través de las entrevistas que hizo con varias víctimas.

Primero de una trilogía protagonizada por tres mujeres --dos periodistas y una policía--, el lector no sabrá hasta el final cuál de ellas prepara concienzudamente el asesinato de su padre maltratador (y si lo llevará a cabo), buscando para ello información en Google, en autores de novela negra --Sjöwall y Wahlöö, Henning Mankell y Stieg Larsson y su "fantástica trilogía" de "hombres que odian a las mujeres"--, en el cine y en series de televisión como CSI , Caso abierto y, sobre todo, Dexter .

"Me fascina Dexter , ese asesino que se dedica a matar a los malos --confiesa--. Esa idea del ojo por ojo la viví en EEUU, cuando para un reportaje pasé una semana con un condenado a muerte. Era horrible pensar que iban a matarle por matar. La hermana de la niña que mató, 14 años después, sentía tanto odio que habría preferido ejecutarlo ella en lugar de la inyección letal". Esa reflexión sobre una víctima que se toma la justicia por su mano se traslada al libro, con reacciones encontradas. "Mi madre me dijo: '¿De verdad harás que mate a su padre? ¡Es horroroso!'. Y mi mejor amiga: 'si no lo matas tú, lo haré yo'".

Aunque ella ha visto mucha violencia en Afganistán, Irak, Siria o Gaza, como enviada especial de su periódico, el Aftonbladet , ve necesario llamar la atención sobre la violencia machista. "Te odias por hacer ciertas preguntas a las víctimas pues es inevitable que lloren. Pero notas que necesitan explicarlo. Y ves que lo más terrible no siempre es una paliza. Una mujer me contó que estaba sentada con su marido y él se levantó y le escupió a la cara. La violencia psicológica puede doler mucho más. Y no hay que olvidar a los niños. Un hombre de 35 años lloraba mientras recordaba su impotencia a los 7 años cuando su padre golpeaba a su madre".

Fan de Jo Nesbo, Johan Theorin o Kristina Ohlsson, Bergfeldt supo cómo empezar a escribir su novela negra gracias a los consejos de la web de su compatriota Camilla Läckberg. "Lo primero es visualizar a tu asesino. Y lo primero que yo vi del mío fueron sus ojos grises, fríos como el hielo. Y el 1 de enero del 2010, a las 15.51 horas, abrí un documento en el ordenador y empecé a escribir. En cuatro días tenía 80 páginas y acabé el libro en nueve meses". Lo publicó en una pequeña editorial y el boca en boca llamó la atención de Norstedts, editores de Larsson, que lo relanzó y vendió a 11 países.

LA PRIMERA EN UTOYA En el 2011 Bergfeldt fue la primera periodista en llegar a la isla noruega de Utoya tras la masacre de Anders Breivik. Pasó dos días con familiares de las víctimas pero tenían prohibido hablarles. "Solo podíamos mirar. Eso cambió la forma de enfrentarme al periodismo --relata--. Es importante usar la observación para captar sensaciones y, aunque sea doloroso, transmitirlas al lector. Recuerdo una pareja que había perdido a sus hijos. Eran incapaces de mirarse a los ojos. Parecía que quería acercarse a ella pero no podía mirarla". También cubrió el juicio. Diez horas al día durante tres meses transcribiendo los testimonios. "Luego escribí un largo artículo". Y con él ganó el premio periodístico más importante de su país.