La liquidación de los conciertos ha estimulado la creatividad en el mundillo musical. No queda otra. Y surgen iniciativas para trasladar la experiencia del concierto al consumo individual frente a la pantalla: actuaciones como las que proponen, todas con carácter gratuito, el Cuarentena Fest, Yo Me Quedo En Casa, Esperanzah a Casa y Mi Casa es Festival, encaminadas a lanzar el mensaje de que, pese a todos los pesares, la música no se para.

El Cuarentena Fest despliega en su web, hasta el 27 de marzo, un programa de 52 pequeños conciertos (entre 20 y 30 minutos), artistas todos ellos de la escena pop independiente, con nombres como El Petit de Cal Eril, The Crab Apples, Papa Topo, Cariño, Evripidis and his Tragedies, Apartamentos Acapulco o Kids From Mars. Como casi todo en estos días, ha sido una iniciativa exprés que cristalizó en un plis plas: el pasado jueves, antes de que se dictara el confinamiento total, ya estaba el cartel cerrado. «Fue un poco visionario, sí. Corrió la voz y todo fue muy rápido, con muchos grupos que dijeron que sí», indica Meri Lane, de Luup Records, organizadora de este evento digital junto con Snap! Clap! Club, Ground Control Management y Calima.

Un festival en streaming en el que los músicos tocan encerrados en casa para un público igualmente confinado. Actuaciones que deben ser en solitario, aunque se estudia que algunos grupos puedan consumar su directo a varias bandas, con sus integrantes tocando cada uno en su correspondiente lugar de confinamiento. Con todo ello se desea transmitir que la música sigue viva, con sus «cualidades curativas», destaca Lane.

Aunque los conciertos del Cuarentena Fest son gratuitos, la web ofrece la posibilidad de hacer una donación.

Otra iniciativa que ha arrancado con fuerza es el festival Yo Me Quedo En Casa, que, tras estrenarse el pasado fin de semana con artistas como Rozalén, Vega, Alfred García y Marwan, anuncia una inmediata segunda edición a partir del viernes con nombres por desvelar. Conciertos transmitidos por Instagram, como los que propone un festival asentado y de carne y hueso, Esperanzah, de El Prat de Llobregat, aliándose con el ciclo En-Canta-Dos: una veintena de eventos (conciertos, sobre todo; también charlas, poesía y magia), hasta el día 29, en una programación calificada de «solidaria, inclusiva y agradecida» (con los trabajadores de la sanidad, la limpieza y la seguridad). En el cartel, músicos como Rafa Pons, Natxo Tarrés (Gossos), Isabelle Laudenbach y Magalí Sare & Sebastià Gris.

Desde el balcón

Y desde Burgos está a punto de echar a andar Mi Casa es Festival, plataforma enfocada a artistas emergentes, también en Instagram, y que dispone por ahora de 16 bandas confirmadas, entre ellas Rusos Blancos, Indian Feathers y Waldorf Histeria.

Este fin semana, Alejandro Sanz y Juanes se aliaban en un recital virtual desde Miami, con el enunciado de #LaGiraSeQuedaEnCasa, y artistas como Siloé o la estadounidense, afincada en Horta, Tori Sparks, ofrecían conciertos desde su ventana o su balcón. Idea a la que se acogerán esta semana otros artistas dispuestos a ofrecer a diario pequeñas actuaciones en streaming o a colgar muestras de su música, como Ramon Mirabet, Conchita, Lucas Masciano, Virgina Maestro, Mäbu o Albert Guinovart.