Los Premios Goya 2020, cuya gala se ha celebrado esta noche en Málaga, han dejado dos estatuillas en Extremadura gracias a las logradas por 'Buñuel en laberinto de las tortugas', Mejor Película de Animación, y 'Nuestra vida como niños refugiados en Europa', mejor cortometraje documental.

'Buñuel en el laberinto de las tortugas', coproducida por las firmas Sygnatia, S.L., Hampa Studio y la extremeña The Glow Animation Studio, solo ha conseguido hacerse con uno de los cuatro premios a los que optaba.

La extremeña tenía como rivales a 'Elcano y Magallanes, la primera vuelta al mundo', de las firmas Elkano Dibulition y Dibulition Studio, y 'Klaus', un trabajo de Atresmedia Cine y Sergio Plablos Animation Studios que está nominada por la Academia de Hollywood.

El largometraje de animación, basado en el cómic del extremeño Fermín Solís, también optaba al Goya como Mejor música original, gracias al trabajo de Arturo Cardelús, pero finalmente ha sido para Alberto Iglesias, por 'Dolor y Gloria'.

El de Mejor Guión Adaptado ha sido para Benito Zambrano, por 'Intemperie' y el Mejor Dirección Novel, al que optaba su Salvador Simó, ha recaído en Belén Funes, por 'La hija de un ladrón'.

En su agradecimiento, José María Fernández de Vega, de la productora extremeña, ha dedicado el premio a Almendralejo y Extremadura,así como a sus instituciones por haber hecho posible sus sueños, hacer la pelicula y hacerlo en su tierra.

Si ha conseguido la única estatuilla a la que optaba otro trabajo extremeño, el de la productora Making Doc, por 'Nuestra vida como niños refugiados en Europa', dirigida y producida por Silvia Venegas.

Esta estaba nominada en la categoría de mejor cortometraje documental, junto a '2002. Destellos en la oscuridad', de Pedro González; 'El Infierno', de Raúl de la Fuente, y 'El sueño europeo: Serbia', de Jaime Alekos.

Silvia Venegas, en su alocución, se ha acordado de Santa Marta de los Barros y Talavera la Real, y ha agradecido a los niños que ha dado su testimonio en el documental, y también de los que no lo han hecho por temor y ha hecho un llamamiento a no olvidar que "los niños refugiados son, ante todo, niños".