Dice el sabio refranero español que a la corta o a la larga, todo acaba, y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida no iba a ser menos. Este domingo, Tito Andrónico pondrá el broche final a la 65 edición del certamen emeritense, una de las más exitosas de toda su historia. Como no podía ser de otra forma, el festival terminará con una de las tragedias más violentas jamás escritas que estará en cartel del 21 al 25 de agosto y que será dirigida por el madrileño Antonio Castro Guijosa.

Será la segunda vez que un texto de Shakespeare se represente este año en Mérida, ya que Pericles, príncipe de tiro también salió de la pluma del escritor británico. Tampoco se trata de una obra inédita en la capital extremeña, puesto que esta tragedia de venganza se estrenó en la arena del teatro romano allá por el año 1957 de la mano de José Tamayo, y volvió a estar en cartel en 1983 y en 2009. No en vano, José Vicente Moirón, protagonista del montaje en esta edición, afirmó que se trata de un título que «siempre forma parte de los grandes festivales, aunque no de manera continua».

La razón de este fenómeno se encuentra, como siempre, en las grandes preguntas que la humanidad se hizo, se hace y se seguirá haciendo sin encontrar ninguna respuesta que alivie sus inquietudes. «Esta función nos hará plantearnos muchas preguntas sobre temas universales del ser humano como la utilidad de la violencia, sus motivaciones, sus límites, la legalidad y la justicia, asuntos que son tratados en la actualidad como se trataron hace 2.000 años», manifestó Jesús Cimarro, director del certamen emeritense.

Nando López, autor de la adaptación de este texto de Shakespeare, no le quitó razón, sino que completó el argumento de Cimarro señalando que lo que en el fondo plantea el literato inglés es «una reivindicación de la civilización como una de las medidas necesarias para contener esa violencia» que todavía hoy se manifiesta en una sociedad «que permite que siga muriendo gente en el mar o que sigamos teniendo brotes neofascistas».

El montaje es una coproducción del propio festival junto con la compañía pacense Teatro del Noctámbulo. De esta forma, se atiende al compromiso de Cimarro de darle un toque extremeño al festival. De hecho, Moirón no es el único actor de la comunidad que actuará en esta obra. Alberto Lucero y José Francisco Ramos, entre otros, son tan solo algunos de los artistas regionales que removerán las conciencias de aquellos que se acerquen al teatro romano a presenciar la función que cerrará uno de los eventos culturales más importantes de todo el país.