El lema elegido por la Unesco para conmemorar este 18 de abril el Día Internacional de los Monumentos y Sitios Arqueológicos es 'El patrimonio de la educación'. Una máxima que está en la raíz de la Consejería de Educación y Cultura, ya que el primer paso en el trabajo de conservación de nuestra riqueza patrimonial es el del conocimiento, para aprender a valorarlo y respetarlo. Conscientes de esa realidad, el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, el Centro de Profesores y Recursos y el ayuntamiento de esta ciudad han puesto en marcha un programa pedagógico de gran interés bajo el epígrafe 'La escuela adopta un monumento'. Una iniciativa que en sólo dos años ha conseguido implicar a una veintena de centros escolares, a 2.000 alumnos y a sus familias y a 152 profesores, sin lo cuales este programa sería imposible. Unas cifras que demuestran la solidez de un proyecto que la Consejería de Educación y Cultura extrapolará a todos los centros educativos de la región que se quieran sumar bajo el asesoramiento de técnicos de la Dirección General de Patrimonio y de la Secretaría General de Educación. Porque la escuela es el reflejo del futuro y esa semilla de respeto hacia el patrimonio que hoy se planta en el alumnado tendrá grandes frutos en el futuro.

Pero la educación en el respeto del patrimonio no sólo se debe impartir a los escolares, y por ello desde el Gobierno de Extremadura se trabaja en diversos ámbitos. La pasada semana, organizada por las Consejerías de Administración Pública y de Educación y Cultura, se celebró la II Jornada sobre el expolio arqueológico y la exportación ilícita de bienes culturales. La finalidad no era otra que orientar y sensibilizar sobre algunos aspectos relativos al patrimonio histórico a miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Policía Local y Agentes de Medio Ambiente. Otros ejemplos los tenemos en el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida que ofrece a lo largo del año una serie de actividades que propician el acercamiento de la ciudadanía a este yacimiento arqueológico excepcional. La Red Extremeña de Museos y, en el ámbito del Patrimonio Documental, el Archivo Histórico Provincial de Cáceres o el Centro de Estudios Agrarios de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Energía y Medio Ambiente, entre otras entidades autonómicas, dedican parte de sus esfuerzos a perpetuar la fragilidad de nuestra memoria colectiva material o inmaterial y a educar para evitar que, en la medida de lo posible, esa delicada herencia no nos pase desapercibida. A esta noble tarea se sumará próximamente el Consorcio de la Ciudad de Cáceres.

XADEMAS DEx esta labor pedagógica y de difusión, en este Día Internacional del Patrimonio debemos tener en cuenta que es uno de los agentes civilizadores más importantes, si no el que más. No puede entenderse la magnificencia de una catedral si se pierde el contexto de la sociedad que la diseñó, costeó y edificó o, también, si se desconocen los complejos lenguajes de la liturgia cristiana. Tampoco podemos desentrañar la realidad de un foro romano, cuando lo visitamos, si desconocemos la capacidad de mecenazgo que tuvieron los magistrados públicos o, en el caso de una madraza coránica, como la memoria es la herramienta clave para enseñar los preceptos del Corán. Es decir, de nada sirve conservar un legado cuando no se aprecia su valor; el patrimonio histórico sólo puede mantenerse cuando la sociedad que lo creó y mantiene, lo conoce. Educar en patrimonio es la herramienta más eficaz en la conservación, aunque no siempre la más rápida.

El Gobierno de Extremadura ha estado presente, junto a otras administraciones autonómicas y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en la redacción del Plan Nacional de Educación y Patrimonio que se va a presentar la próxima semana, en Lorca, en el seno del Consejo Nacional de Patrimonio Histórico.

Es un plan con vocación de servir como instrumento para una gestión integral de la Educación en Patrimonio. Sus líneas maestras se basan en una mayor coordinación entre las administraciones para impulsar la investigación en materia de educación patrimonial, el fomento de la innovación didáctica en esta materia y la mejora de la comunicación entre gestores culturales y educadores. Sin duda, todo un reto.