El faraón Tutankamón sigue descansado en su tumba, la KV 62 del Valle de los Reyes, en Luxor, pero fuera del sarcófago donde ha permanecido oculto a lo largo de más de 3.000 años. Desde ayer, la momia del faraón más popular del Antiguo Egipto se exhibe en una urna de cristal situada en la habitación contigua a la cámara funeraria. A partir de hoy, los turistas que visiten el cementerio faraónico tendrán la oportunidad de mirar por primera vez cara a cara al joven rey. Su cuerpo está cubierto por una tela de lino, excepto la cabeza y los pies. Toda una novedad y un sueño hecho realidad que potenciará todavía más la cada vez más pujante industria turística del país del Nilo.

El traslado de la momia de su antigua a la nueva morada duró escasamente un cuarto de hora. De hecho, el sarcófago dista de la caja de cristal solo unos 10 metros. La operación la llevó a cabo un grupo de cuatro expertos dirigidos por el secretario general del Consejo de Antigüedades de Egipto, el siempre mediático arqueólogo egipcio Zahi Hawass. La secuencia fue grabada por dos canales de televisión estadounidenses, National Geographic y Discovery Channel, que se llevaron la exclusiva, junto a los fotógrafos de tres agencias internacionales de prensa.

Solo después se permitió la entrada al centenar de periodistas que esperaban fuera del templo funerario bajo un sol de justicia. El calor fue aún más sofocante dentro, donde se sudaba a borbotones, entre empujones, flashes y focos "Es un día muy importante para el mundo. Tutankamón está a salvo", dijo Hawas.

CLIMATIZACION La moderna urna de cristal climatizada protege los milenarios restos de cualquier agente dañino mediambiental. Hawass recordó que la momia se encuentra en bastante mal estado debido al trato que le dió el arqueólogo británico Howard Carter, que descubrió la tumba intacta el 4 de noviembre de 1922, ayer hizo 85 años. De hecho, el cuerpo está partido hasta en 18 trozos.

Desde que se descubrió, solo se ha abierto el sarcófago en cuatro ocasiones. Aparte de la de ayer, la última fue en el 2005, cuando la momia fue sometida a un examen con un sofisticado escáner, donde se le detecto una herida en una pierna, lo que abre la teoría de que murió por una caída mientras cazaba.

Ayer, el privilegio de ver al faraón fue solo para la prensa. Hoy será para el resto de mortales, previo pago de 11 euros. Pero hubo quien pasó por alto la norma. Aprovechando la confusión que reinaba en la sala, el parisino Michel Denis y sus tres hijos fueron los primeros turistas de la historia en ver a la momia.