Nacido en Mérida el 25 de septiembre de 1958, Juan Carlos Masegosa, más conocido por Carlinos, se sube a los escenarios a los 14 años, y desde entonces no se ha bajado. Ha pasado bandas como Palpitación, Hecatombe, Albarregas, Caña de Lomo y Bucéfalo, con la que sigue después de 26 años y 5 discos. Además ha colaborado en discos con bandas y músicos extremeños, participó, en 2007, en Electra , dentro del Festival de Mérida. Actualmente compone lo que será el nuevo CD de su banda Bucéfalo en el 2010.

--¿Cuál es su rincón favorito de Extremadura?

--Bueno siempre fue el Acueducto Romano de Los Milagros de Mérida; y a raíz de la actuación de Bucéfalo en dicho acueducto ya es pasión la que tengo por él.

--¿Qué plato de la gastronomía extremeña prefiere?

--El gazpacho extremeño y las migas con panceta, ¡mmmm! ¡Ah, y el jamón, por Dios!

--¿Qué no debería perderse alguien que visite Extremadura?

--Para mí, los monumentos de Mérida, sin lugar a dudas; y la garganta del Infierno en el Jerte (para esto último recomiendo zapatillas deportivas y muchas ganas de caminar, es un paraje precioso).

--¿Algún lugar le ha marcado especialmente?

--Como ya he comentado antes, el Jerte, la Vera, y nuestros mares de Extremadura, que son los embalses; no por vivencias sino porque son una maravilla.

--¿Qué actividades disfruta en su tiempo de ocio?

--Pues la verdad es que lo único que hago, además de brincar y saltar en el escenario, es andar por el río en Mérida.

--¿A qué evento, cultural de la región invitaría a un amigo?

--Pues al Festival de Mérida; a los Encuentros en Montánchez. No me olvido de la parte antigua de Cáceres durante el festival Womad, ni del festival de rock más emblemático de Extremadura y de España: el Extremúsika.

--¿Cuáles son los principales atractivos de Extremadura, por los que nadie debería perder la oportunidad de descubrirla y disfrutarla?

--En Extremadura todo es atractivo: sus gentes, sus pueblos, la gastronomía- todo en general; y lo más fácil para poder conocerla es visitarla. No se arrepentirán de la rutas tan maravillosa que hay. Pero me sigo quedando con el Jerte y la Vera.