El método Grönholm, la obra de Jordi Galceran que cautivó al público y la crítica la temporada pasada, da ahora el salto a la pantalla grande de la mano del realizador argentino Marcelo Piñeyro. Sin embargo, no se trata de simple adaptación. Es más, Piñeyro y el coguionista Mateo Gil sólo toman del texto original la idea central: las pruebas de selección que realiza una multinacional para un puesto de alto ejecutivo. Por lo demás, el espectador se encontrará con una obra diferente de la del autor barcelonés.

En la película, sexta en la filmografía del director de Plata quemada , que se estrena el 23 de septiembre distribuida por On Pictures, destaca por su gran reparto. Eduardo Noriega, Najwa Nimri, Eduard Fernández, Pablo Echarri, Adriana Ozores, Ernesto Alterio, Carmelo Gómez y Natalia Verbeke componen una galería de personajes --siete aspirantes al trabajo frente a cuatro en la pieza teatral, más una secretaria-- en los que vuelcan sus distintos métodos actorales. Rodada en alta definición, El método --título abreviado para el cine-- acentúa la cara menos amable de la condición humana.

Con siete personajes, la trama da más juego a los diferentes arquetipos del mundo laboral. Todo saben que no hay que ceder un ápice ni mostrar debilidad alguna si quieren el deseado puesto de trabajo. Los hay jóvenes y no tanto, disciplinados y chulos por principio, extriunfadores con conciencia social y ambiciosos sin escrúpulos, además de un topo, lo que ya marca otra diferencia con la pieza teatral.

La pincelada de denuncia del capitalismo más salvaje que han querido dar a su texto, se refuerza con imágenes de manifestaciones antiglobalización, que transcurren mientras los aspirantes pasan la prueba y a las que éstos se siente ajenos.