La familia recibió ayer el cariño de cientos de personas de toda Andalucía que no dejaron de pasar por la capilla ardiente hasta la hora del cierre. Tanto los vecinos, algunos de los cuales crecieron junto al cantaor, como amantes del flamenco de casi cualquier punto de Andalucía, se acercaron para dar el último adiós al cantaor, que fue incinerado anoche en la intimidad junto a sus familiares.

El tránsito incesante de personas ante el féretro solo se detuvo cuando el párroco de La Puebla de Cazalla, Manuel Avalos, hizo un responso en un breve acto religioso, acompañado por el concejal de Cultura del ayuntamiento, Miguel Angel Rivero, quien tuvo palabras de cariño en especial para la viuda del cantaor, Encarnación Gil, "su apoyo durante toda su vida". "Nos queda su testimonio, el recuerdo personal para muchos de José y la memoria de su cante personal y único. Este vacío no habrá quien lo llene, y solo el tiempo aliviará las heridas de su pérdida", indicó.

Rivero, que cerró el acto recitando una poesía con Antonio Carrión, el guitarrista que acompañaba últimamente a José Menese, destacó su "compromiso político inalterable", en alusión a que era miembro del Partido Comunista desde 1968 y siempre estuvo al día de las cuotas. Una corona enviada por el partido daba fe en la misma capilla ardiente de su vinculación política del cantaor.

Entre los flamencos presentes, Calixto Sánchez, Diego Clavel, Raúl Montesinos o Rubito hijo representaban al gremio que llevó por bandera el cantaor Con todo, los vecinos de La Puebla de Cazalla quisieron despedir como se merece a un hombre que supuso un referente a la hora de entender el flamenco, aunque siempre defendió que el cante jondo puro tenía muchas interpretaciones, pero poco margen para la evolución.

REACCIONES Entre los que ayer se pronunciaron sobre su muerte, Miguel Poveda transmitió su admiración por el "grandioso cantaor" que era Menese; y en parecidos términos se expresó El Cabrero, quien lamentó que con Menese haya muerto "otro grande del flamenco"

Arcángel, por su parte, también se declaró triste por el adiós de Menese --"una pérdida para el cante tradicional", dijo-- en un verano amargo para el flamenco, ya que unas semanas falleció el Lebrijano.