Lorenzo Pappagallo (Udine, Italia, 1986) es el Director Artístico de ‘Escena Patrimonio’ y coordinador de ‘La noche del Patrimonio’. Ese encuentro, que cada 12 de septiembre ofrece cultura, con mayúsculas, en las 15 ciudades que componen el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de nuestro país: Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza, Salamanca, San Cristóbal de La Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo, Úbeda y Mérida. Un evento que va a contar por primera vez con el apoyo oficial del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco, y en la que su programación va a ser retransmitida vía ‘on líne’ a todo el mundo, desde la web de Unesco y de las asociaciones de Patrimonio Mundial de Francia, Reino Unido, Italia y Alemania.Por cierto, que Mérida, la capital de Extremadura, será la que presida el próximo año este Grupo Patrimonial. Una oportunidad para ofrecer y recibir en torno a unas singularidades históricas y culturales, que también nos definen. Fue en Baeza, en la primera asamblea presencial que celebraba el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad tras el fin del estado de alarma hace unos días, durante la presentación de esas ‘noches patrimoniales’, donde tuve la oportunidad de intecambiar impresiones con Pappagallo. Un joven, audaz y dinámico, a la que la cultura parece impregnar de energía. Un entusiasmo que desprendía a raudales, cada vez que una conversación versaba sobre escenarios, oportunidades y Patrimonio. Siempre es interesante escuchar a gente así. La cultura necesita de personas que la respeten y sepan cuidarla. Estoy segura de que Lorenzo Pappagallo, es una de ellas. Pasen y lean.

—La ‘nueva normalidad’, ¿ha puesto en valor a la cultura?

—Desde luego que este año, más que nunca, nos hemos dado cuenta que la cultura en todas sus expresiones y formas, desempeña un papel imprescindible en nuestra rutina. Los artistas y sus creaciones nos han permitido luchar contra la tristeza imperante de estos meses tan convulsos e inciertos, y cada vez que un espacio cultural vuelve a abrir sus puertas, sea un festival, un teatro, un museo o un cine, hay que celebrarlo. Yo le estoy muy agradecido al Grupo Ciudades Patrimonio por haber apostado por la cultura a pesar de todas las dificultades, y haber decidido celebrar la Noche del Patrimonio y el Festival de Danza ‘Escena Patrimonio’ en sus 15 maravillosas Ciudades el próximo 12 de septiembre.

—¿Se resiente un evento cultural de esta magnitud con estas restricciones?

—En muchos países se decidió anular todos los grandes eventos culturales, pero en España la mayoría de los grandes festivales como Mérida, Almagro, Olite y el Festival Grec han luchado hasta el final para ofrecer a su público, un sabor y perfume de estos eventos que marcan la agenda de nuestros veranos. Las restricciones de aforo y los protocolos sanitarios, muy necesarios, son obstáculos importantes para eventos culturales multitudinarios que se basan en el hecho de que el mayor número de público pueda compartir un momento y un espacio común, pero la divulgación de la cultura no se puede parar y tenemos que aprender a convivir con esta nueva realidad. Desde el Festival Escena Patrimonio juntos con los expertos de las 15 Ciudades y los coreógrafos y artistas invitados hemos trabajado muchos meses para encontrar espacios, que cumplan con las normas sanitarias y que al mismo tiempo sean unas plataformas de creación estimulantes para los creadores. Mediante la implementación del streaming de los 15 espectáculos de danza durante la noche del 12 de septiembre hemos querido abrir las puertas de nuestro patrimonio vivo, y de la creación coreográfica para que todos puedan disfrutar de esta gran fiesta desde sus casas.

—Mérida presidirá las ciudades patrimonio el próximo año, ¿qué le gustaría o qué tiene pensado para dinamizar esa gerencia anual?

—Nos quedan todavía muchos deseos que materializar para esta edición 2020 así que todavía no he podido empezar a soñar con la edición 2021 presidida por Mérida pero me gustaría retomar, si la movilidad lo permite, la vertiente internacional del Festival. Me encantaría poder invitar a unos artistas extranjeros que han impulsado proyectos coreográficos innovadores dialogando con los vestigios arqueológicos de nuestro pasado y presente y ninguna ciudad mejor que Mérida podría servir de laboratorio para dibujar proyectos pensados con esta nueva mirada al patrimonio arqueológico.

—Extremadura brillará de forma especial en 2021 de la mano de Mérida, pero antes, este año en septiembre, también cobrará protagonismo...

—Si, este año estamos muy felices de poder contar con ocho estrenos y varias piezas creadas expresamente como encargo del Festival. Me gustaría destacar el espectáculo En la Naturaleza que el multipremiado bailarín y coreógrafo Daniel Abreu creará ex profeso para el Templo de Diana en Mérida, o el estreno de Flamencas del coreógrafo extremeño Alvaro Murillo para el Teatro Leal de San Cristóbal de La Laguna.

—¿Qué es lo más complicado de programar un festival de teatro, de danza y flamenco?

—Para fraguar cualquier programación artística hay que tomar en cuenta muchísimos factores como el económico, el territorial, las audiencias. En ‘Escena Patrimonio’ la mayor dificultad es la elección de los espacios. Lo que diversifica este Festival es justamente, la extraordinaria oportunidad de poder brindar a los artistas invitados de presentar sus creaciones en espacios patrimoniales singulares. Otro aspecto que queremos fomentar con el Festival es el propiciar los procesos colectivos y participativos con voluntarios localesy crear unos espacios de intercambio y no solo de exhibición, para acercar todos tipos de público a la danza. Así que durante el proceso de curaduría de la programación siempre valoramos que los artistas quieran ofrecer la misma mañana de la función, un taller de invitación a la Danza dirigido a todos tipos de públicos. Por último, siempre nos esmeramos en que estas ciudades sean representadaspor sus artistas y que se presente ladanza en todas sus formas, conjugando las señas de identidad de nuestro patrimonio inmaterial como el folklore, el flamenco y la danza española, y la vertiente más contemporánea y la hibridación con otras disciplinas como el circo, la literatura, la videocreación. Este año, por ejemplo, estrenamos también una pieza de coreografía sonora inspirada en la figura de Juan de la Cruz, compuesta por el aclamado músico ubetense Luis Miguel Cobo.

—¿Qué le falta y qué le sobra a la cultura?

—Maurice Béjart decía: «La danza, un mínimo de explicaciones, un mínimo de anécdotas y un máximo de sensaciones»...

—¿Sigue siendo la cultura el motor de una ciudad, de un patrimonio?

—Siempre lo ha sido, pero creo que en varias ocasiones de la historia y lamentablemente todavía hoy en día, se quiere castrar y ocultar su papel revolucionario y regenerador por intereses de varias índoles. Con ‘Escena Patrimonio’ no tenemos la pretensión de poder cambiar mentalidades en tres ediciones, pero sí de resignificar el patrimonio de nuestras ciudades dándole una nueva vida gracias a la creación, y fomentar el intercambio entre habitantes y artistas y también potenciar el turismo cultural de nuestros destinos. Hemos visto como a través de varias experiencias por el mundo como unos barrios o localidades deprimidas pueden renacer gracias a iniciativas culturales. Auspiciamos a que ‘Escena Patrimonio’ pueda contribuir a generar nuevos proyectos de cambio a través de la cultura en nuestras comunidades...

—¿Está la cultura al nivel de los ciudadanos?, ¿apreciamos lo que tenemos?

—Permitirme el juego de palabras, pero creo que las dos cosas tienen que bailar juntas. Como impulsores de iniciativas culturales públicas tenemos que ir al encuentro de nuestros públicos, pero también sorprenderles y brindarles la oportunidad de conocer nuevos territorios artísticos y fomentar la curiosidad por nuevas prácticas… No soy siempre partidario de la gratuidad en la cultura pero en nuestro caso creo que es interesante poder regalar una noche al año, una ventana para descubrir un tipo de espectáculos que lamentablemente no se suele ver- salvo algunos intentos muy valientes- fueras de las grandes urbes metropolitanas. Nos esforzamos en el Festival para que la excelencia artística tenga una cercanía con los públicos de las 15 ciudades. Este año toca a los más jóvenes, como regeneradores de esperanzas y nuevos horizontes, tras estos momentos de gran fragilidad de la sociedad..

—¿Qué le gustaría llevar a escena que aún no ha conseguido?

—Es un sueño y un desafío pero confío que las Ciudades Patrimonio apuesten por él. Se trataría de integrar en la programación de Escena Patrimonio proyectos líricos de pequeños formato y participativos que tengan las Ciudades y sus habitantes como gran protagonistas. Experiencias similares en grandes eventos como el Festival de Aix-en- Provence o Opera Forward entre otros, nos han enseñado como la ópera, igual que la danza, puede ser accesible y emocionar a todo tipo de públicos…