De los 44 autores galardonados con el Premio Cervantes desde 1976, Ida Vitale se ha convertido en la quinta mujer en recibirlo. La primera fue la icónica ensayista María Zambrano en 1988, la segunda, la escritora cubana Dulce María Loynaz en 1992. En 2010 Ana María Matute fuera reconocida y tres años más tarde, la mexicana Elena Poniatowska cerró la exigua lista.

Con la ironía que la caracteriza, Ida Vitale terminó su discurso diciendo: «Debo disculparle a don Quijote una afirmación: que no hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo. No es mi caso, puedo asegurarlo. Sin duda, don Quijote no imaginó jamás que, ese género femenino al que se consideraba llamado a honrar y defender pudiera caer en tan osada pretensión. Y en eso, estoy segura que acertó», zanjó.

Vitale le puso acento uruguayo a la lectura del ‘Quijote’ que durará 48 horas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.