Aunque Belgrado no esté para muchas guasas, el 24 de mayo acogerá el festival de Eurovisión más surrealista de la historia. El flamante candidato de España desde el pasado sábado, Rodolfo Chikilicuatre, cumplió con las previsiones de Myspace, donde partía como caballo ganador. TVE quiso dejar a la audiencia la responsabilidad de la última selección. Y pasó lo que pasó: su Baila el chiki-chiki logró 60 puntos, por delante de Coral y La Casa Azul, gracias a los miles y miles de mensajes que recibió. Las cajas registradoras del ente público y de la operadora telefónica echaban chispas cuando Rafaella Carrá, la diva de la gala, anunció su rocambolesco nombre, para luego, con el gesto serio, espetar: "Es un héroe que representará a España en Serbia".

TVE manifestó ayer en un comunicado que apoya "con todas las consecuencias al representante de España". El propio Chikilicuatre dijo, medio en serio medio en broma: "Se lo dedico a España, que ha demostrado tener un gran sentido del humor". El clímax del programa llegó cuando el jurado y los candidatos se desmelenaron en el escenario, al ritmo de la sesuda canción tras el veredicto que dio como ganador a Chikilicuatre.

La que menos disfrutó de la velada fue Coral, ganadora del Festival de Benidorm (2005), que, enfadada con su segundo lugar, se bajó de la tarima quejándose: "Hundirán Eurovisión". Ninguna cámara lo captó.

Andreu Buenafuente y su productora, El Terrat, son los responsables del éxito de este personaje pegado a una guitarra que han catapultado a través del espacio BFN , de La Sexta.