Las fosas comunes y la represión franquista llegaron hoy a las librerías de Alemania a través de "Esperanza", una novela que discurre entre Berlín y Cáceres, que es la ópera prima de la cineasta germano-española Marina Caba Rall y editada por Klaus Wagenwach, un referente entre los descubridores de nuevos talentos.

"Esperanza es el nombre de mi protagonista y también la expresión del anhelo de que España afronte a escala oficial su historia", explicó en entrevista a Efe Caba Rall, nacida en Madrid en 1964 y residente en Alemania desde los diez años.

Su historia iba a ser una película, tejida sobre un caso con el que se topó mientras rodaba el documental "Treinta años de paso" (1998), basado en ocho españoles que emigraron en los 60 a Alemania y evocaban cómo era la España que dejaron atrás.

Ahí la sacudió la historia de una mujer, emigrada a Canadá, que de pronto descubrió que el hijo no reconocido que dejó, al abandonar España, estaba buscándola para conocerla.

Escribió el guión, encontró financiación en Alemania, pero no en España -"coincidió con el peor momento de la crisis", explicó-. Decidió convertir su película en la novela que hoy llegó a las librerías alemanas y que el próximo 20 de marzo será presentada en la Feria del Libro de Leipzig (este del país).

Su Esperanza no es esa emigrante en Canadá, "sino un personaje ficticio", residente en Berlín como la misma Caba Rall, que a punto de jubilarse y creyendo tener su vida en orden -felizmente casada con un alemán y madre de dos hijos-, se ve confrontada con la vida y el hijo que dejó atrás, en un pueblo cercano a Cáceres.

"Reaparece el hijo del que nunca contó nada a nadie y también el personaje del tío Ramón. Uno de tantos republicanos que se echaron al monte tras la guerra civil y uno de los últimos ejecutados por el franquismo, ya en los 50", explicó la autora.

Podría ser cualquiera de los 1.567 republicanos muertos por la represión franquista en Extremadura. O también una de las 284 víctimas cuyos cuerpos se localizaron en los últimos años en esa comunidad autónoma, dentro del Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica.

La novela discurre entre Berlín y Cáceres, lugar de origen del abuelo de la autora, un republicano que fue condenado a muerte por el franquismo -aunque finalmente no ejecutado, precisa-.

Décadas después de dejar su vida y su pueblo cacereño, Esperanza vuelve al lugar que apenas pisó nunca más con la tarea de localizar un cuerpo del tío ejecutado junto a tres encinas para exhumarlo.

Es una empresa traumática, en lo privado, y compleja, a la práctica, dificultada por lo que Caba Rall califica de "déficit español" para la superación del pasado.

"A escala oficial Alemania hizo mejor sus deberes que España, en lo que a la memoria histórica se refiere. Pero en España se ha hecho mejor que aquí en lo de hablarlo entre nosotros, reconciliarnos", opina la cineasta y escritora.

La trama discurre entre el relato de Esperanza y el de su hija Karla, más el de Juan, el hijo abandonado. Se salta del pasado al presente, en una narrativa hecha de frases cortas, una historia donde algunos lazos no son los que aparentan y cuya raíz acabará siendo más terrible aún de lo que se apuntó.

Caba Rall, hija y nieta de escritores -Rubén Caba, su padre, y Pedro Caba, su abuelo- optó por el alemán para escribir su novela, aunque le hubiera gustado alternarlo con el español -"mis dos idiomas de uso diario y los de mi personaje", indicó-, lo que desde el punto de vista editorial habría sido impracticable.

Encontró en Klaus Wagenbach -editorial que desde 2002 dirige Susanne Schüssler, la esposa del editor, ya retirado- el apoyo que precisaba para su novela, del mismo modo que ahora espera dar en España con quien la edite traducida al español.

No se plantea de momento tratar de recuperar el proyecto original de hacer una película, sino que se dice feliz con el libro, su debut literario. Una novela, por lo demás, muy visual, lo que de alguna manera remite de regreso al ámbito cinematográfico