La cuarta edición del Festival Flamenco Madrid ya está en marcha (comenzó el 16 de mayo y se clausura el 10 de junio) y, de nuevo, lo hace de la mano de su creador, Ángel Rojas (Madrid, 1974) que sigue dirigiendo a un elenco variado y de calidad en el que el flamenco se presenta y se representa a través de espectáculos, conferencias, conversaciones, exposiciones, encuentros o clases magistrales, pero que, sobre todo, lo hace con ‘M de Mujer’. Esta edición busca «que sea sostenible y que tuviese como objetivo el renovar los clichés, los esquemas, y que fuese un modelo de cambio». Loable objetivo que se trabaja a través de un arte tan lleno de magia, alma e historia como es el flamenco. Pasen y lean, y si pueden, asistan.

--¿En qué se diferencia esta edición de las anteriores?

--Lo más importante es que, en esta cuarta edición, el festival está entrando en su etapa de madurez y en eso marca mucho la diferencia. Ya no es un proyecto que está empezando. En la tercera edición ya se consolidó con gran volumen de visitantes, de presencia en medios, y ahora ha llegado la etapa de la madurez. Ese es el reto de cualquier proyecto: que se madure y te permita conseguir objetivos más ambiciosos.

--Y esos objetivos ambiciosos pasan por artistas de primer nivel, y también en convertir al festival en una reivindicación...

--Pasa más por convertir el festival en una reivindicación porque aunque no ha sido el objetivo, sí es uno de ellos: que sea sostenible y que tuviese como objetivo

renovar los clichés, los esquemas, y que fuese un modelo de cambio. Este año es el principal objetivo: que siga de eje transversal para poder cambiar la sociedad a través de la cultura.

--¿Y cómo lo ha planteado para que así sea? Empezando con que este año arranca con una ‘M’ de mujer...

--Sí, ese sería un paso, digamos, esa es la parte exterior de todo el engranaje. A mí, como varón, me parece más interesante que un director hombre dedicase el tiempo en pensar en cómo podríamos hacer que esa labor social o de inclusión calase en la sociedad. Me parece que con ‘M de Mujer’ es el primer maravilloso pretexto para hacer ese cambio. Actualmente, hay una reclamación generalizada, por suerte, de tomar prestada la figura de la mujer para poner en el punto de mira todos los problemas que hay de desigualdad, de género..., respecto al hombre… pero no acaban de ‘rematar la faena’. En este caso, para mí, era importantísimo que el eje principal fuese la imagen, el vídeo, la programación, el discurso mediático a la hora de utilizarlo para medios de comunicación, el ‘hashtag’..., porque todo va en torno a un modelo de cambio social que se tiene que producir desde el momento en que tú ves el nuevo modelo de imagen del festival de este año, hasta que entras en las redes sociales y ves el vídeo…, Todo está pensado con la idea de que cada cosa vaya calando hasta llegar al cambio real. Que este festival realmente un engranaje casi perfecto para que esa idea de igualdad cale en la sociedad. Ese es el objetivo.

--De puertas adentro, ¿cómo se ha dirigido, cómo se ha seleccionado para que ese cambio se produzca?

--No ha sido algo aislado. Yo creo que lo hemos hecho paso a paso, elaborando cada proyecto, cada segmento o cada fase de desarrollo. Hemos ido pensando qué mensaje, qué color, qué contraste de artistas teníamos que tener para llegar a toda la sociedad y comunicar con cada uno ese mensaje. Es un puzzle de muchas piezas que en este caso no solo tenía que tener un componente artístico, sino también social, que casi era el más importante. Este año no es tan importante la ocupación como la sensibilización. Porque la ocupación siempre es algo sostenible porque es un festival público, en cambio la sensibilización como entidad pública nos tiene que preocupar más en este caso.

--¿Que son las violeteras para Ángel Rojas?

--Las violeteras son el complemento a los violeteros, no hay una sin el otro. En este festival no solo vamos a buscar a las violeteras de nuestro tiempo sino a las que complementan con el violetero, porque esa es la única forma de encontrar la inclusión de verdad. Siempre veo en los informativos que la mujer se defiende a sí misma y me inquieta, porque si estamos en un modelo de cambio la mujer no se puede defender por la mujer, sino que el hombre se tiene que implicar socialmente para que eso no suceda. Los violeteros van a ir de la mano de las violeteras. En este caso porque es un icono de Madrid, y yo soy muy, muy de Madrid. Creo que la inclusión real es encontrar las dos partes de la moneda.

--¿Y cómo son los violeteros de este tiempo?

--Pues yo creo que, en la gran mayoría, son violeteros al servicio del cambio. Yo me quedo con esos violeteros y violeteras que están a favor de la igualdad, de encontrar en la mujer un fiel aliado y no una competidora. Me quedo con esos violeteros nuevos para que hagan mella en los otros que aún no están en este tiempo nuevo.

--Vais a hacer actividades paralelas que se van a representar en diversos espacios para hacer un festival más de ciudad...

--Ese es el objetivo en la medida que vamos pudiendo..., crear un festival de ciudad, aunque no tengamos esa estructura ni ese presupuesto, pero bueno, el público ha querido que sea así porque la ciudad ha dicho que sí.

--Una de esas actividades ha sido ‘Conversaciones A dos: RAFAELA CARRASCO + ÁLVARO TATO’. Me parece interesante educar en el ‘saber escuchar’...

--Sí, ha entendido bien el mensaje..., además en esta actividad el público no puede intervenir, solo puede escuchar. Se trata de entender, reflexionar a partir de una conversación donde no puedes intervenir sino sacar tus propias conclusiones, y luego compartir tu experiencia. Tienes que hacer un buen uso de esa experiencia, asimilarla, bucear en tú interior, porque te enseña a enfrentarse a uno mismo desde una perspectiva más honesta.

--Y la apuesta por ese vídeo que ya es un clásico...

--El vídeo sigue la estela artística de la filosofía y la temática de este año: ‘la violetera’ y la mujer. Prácticamente el 90% ha sido creado por un equipo femenino. La canción, además, ha sido interpretada por Rosario ‘La Tremendita’ con la ayuda de Joselito Acedo. A partir de ahora es un problema porque seguir subiendo el nivel..., el año pasado fue visto por más de diez millones de personas y es el vídeo con más visualizaciones del Ayuntamiento de Madrid en su historia. Ahora quería darle otra vuelta de tuerca..., ir a otros lugares donde el flamenco no ha entrado: el pop, grandes masas, rock y este vídeo era la búsqueda de una nueva visión de la violetera totalmente nueva buscando la conexión entre los 70, en la mejor época de Camarón, ‘La leyenda del tiempo’…, esa época de transformación. Yo quería buscarlo a través de la violetera.