Dos chicos de barrio se cuelan en una fiesta de aniversario muy pija, el más audaz le tira los tejos a la homenajeada, que manda al novio a tomar viento y se fuga con él en un coche robado al que ambos acaban prendiendo fuego en una metáfora del amor fou, quemando la vida como si no hubiera un mañana. Es la historia que recrea el vídeoclip de Fuego, el nuevo sencillo de Estopa, primera señal del disco que David y Jose Muñoz (de padres extremeños) publicarán el 18 de octubre, coincidiendo con su veinte aniversario.

Estopa está de vuelta, y Fuego, el single, es el adelanto de Fuego, el álbum, que romperá el periodo de pausa discográfica más larga de su historia, cuatro años desde que vio la luz Rumba a lo desconocido. Una canción apasionada, que David entiende como «una declaración de amor tratando de ser lo más sincero posible», explica en un encuentro con este diario. «Porque cuando hablas de amor tienes que ser tú. No puedes banalizar».

Fuego representa una versión esencial de Estopa, de rumba al galope y estribillo refrescante con letra descarada, y apunta hacia un álbum que, por todo lo escuchado en su estudio de Sant Feliu de Llobregat, conjugará la pureza y la variedad, con acentos rockeros, baladas hipersensibles e incluso alguna incursión en tramas rítmicas con regusto urbano hip-hopero. Que nadie se alarme: no hay ni trap ni reguetón, porque los Muñoz no van a pretender parecer a estas alturas lo que no son, ni se van a apuntar a un estilo solo porque esté de moda.

Nuevo sonido / Estopa ha buscado un sonido diáfano, elaborado pero manejable, sin los arreglos de cuerda del trabajo anterior. «Aquello nos gustó, pero al final te encontrabas con algo que no podías defender en directo. Esta vez hemos querido que todo se pueda reproducir en los conciertos al 100%», explica José. Obra hecha con tiempo, sin premuras, que los Muñoz han ido elaborando en paralelo a su vida familiar cotidiana, con sus queridas rutinas y su existencia alejada de los focos.

Les han acompañado colaboradores de confianza, como el batería Anye Bao o el recuperado bajista Paco Bastante, así como Antonio García de Diego, figura valiosa en su toma de decisiones. «El único a quien le mandamos las maquetas de las canciones», revela David. El cómplice de Sabina quita hierro. «Cuando ellos te mandan una maqueta ya tienen claro la sonoridad que quieren. Uno puede aportar alguna idea, pero lo tienen todo muy elaborado», explica De Diego, sorprendido con los nuevos temas. «Cuando oí la primera me quedé estupefacto. Era una sonoridad distinta», destaca. «Y en las letras, se nota que han madurado. En estas canciones hay más interiorismo, van más de lo que le pasa a uno, y son menos callejeras».

David y Jose suben el volumen para que suenen a todo trapo las guitarras rockeras de Yo no estoy loco, y para que nos dejemos llevar por la aventurada trama de Pobre Siri, historia de amor con la voz del iPhone sobre una sensual textura rítmica. Que Siri no entienda a veces las indicaciones y ejecute las órdenes al revés vuelve loco a David, confiesa en la letra. «Esta canción comenzamos a cantarla como de coña: me paso el día hablando con Siri / No sé adónde voy a llegar / Ella es mi chica, mi amor, mi confidente…, poniendo una voz así a lo Josele Santiago»». ¿Posible single futuro? «Igual, ¡pero hay muchos posibles singles!».

El papel femenino de Siri lo ha asumido una cantante y actriz conocida del universo Estopa, María Ordóñez, la protagonista del musical Mayumaná, basado en canciones del dúo. En otras canciones, las narraciones se hacen más caudalosas, y la letra pide un plus de atención. Los globos es «el experimento del disco», apunta Jose. Y cuando Estopa se pone en la labor de hacer una balada les sale un delicadísimo baladón: ahí está El último renglón, apuntalada en la voz y el piano.

LA PIJA Y EL MACARRILLA /Después del vídeo de Fuego vendrán más, serán doce en total, uno por cada canción. Vídeos o acaso pseudovideos en algún caso, apuntan ellos. «Queremos que cada canción tenga su correspondencia con imágenes en las redes, que no esté solo la canción con la portada del disco», explica David.

El de Fuego supone el debut de Estopa con los realizadores Hugo y Roger Menduiña y propone una trama que va más allá de la letra, con ese trasfondo de historia de amor que cruza las clases sociales. «Una chica, una pija, que celebra su cumpleaños en un casoplón y que se encuentra con un macarrilla, un poco skinete, con la bomber verde, y le mola», relata David. La residencia top en cuestión se encuentra en Llavaneres.

FUEGO REAL / Es la chica quien, tras deshacerse de su «noviete repelente», rompe el cristal del coche para robarlo y marchar con él. Triste destino le espera al Seat Ibiza: acaba ardiendo en la cantera de Garraf. «¡El único sitio donde nos dejaron quemar un coche!». El desenlace, apunta Jose, tiene algo de homenaje a la película Deprisa, deprisa, de Carlos Saura (1981), retrato del universo quinqui del extrarradio madrileño, «donde quemaban el coche después de robarlo».

Es la primera vez que Estopa estrena single y videoclip a la vez. «Antes se publicaba primero la canción», hace notar Jose. «Pero hoy en día se consume mucha imagen». Nuevas maneras para iniciar ese camino hacia el 20º aniversario que los Muñoz no han querido que fuera nostálgico, en forma de recopilación o similar, sino con material nuevo. Y ojo que ya está lista una primera tanda de conciertos en el horizonte: seis citas entre las que figura su regreso al Palau Sant Jordi el 14 de diciembre.