Estrella Morente apareció este jueves en el Festival de Málaga con un nudo en la garganta y los ojos llorosos. Su marido, Javier Conde, no se separó de ella y le acarició la mano cada vez que la voz se le quebraba. La hija del gran patriarca del flamenco, fallecido el pasado mes de diciembre, presentó Morente, un documental sobre su padre que si bien resultó caótico en términos cinematográticos dio pie a la conferencia de prensa más emotiva de todo el certamen. "Mi padre estaba vivo. Muy vivo. Demasiado vivo", repitió la artista. A punto de cumplir 68 años, Enrique Morente falleció a principios de diciembre en una clínica de Madrid tras complicaciones en una operación que, inicialmente, se dijo que era de úlcera aunque posteriormente se supo que padecía cáncer de esófago. La hija del gran renovador del flamenco, a quien comparó con Picasso y Mozart, explicó que su familia sigue adelante con el proceso judicial contra los médicos que le atendieron. "No entendemos qué pasó", admitió. "La noche antes de ingresar en la clínica estaba pensado en su nuevo proyecto, tenía mucha energía. Incluso cantaba por los pasillos. Eso era la mayor prueba de cómo se encontraba. Las ganas de vivir que tenía no eran las de una persona a la que le pasa algo grave o las de una persona que sabe que va a morir", aseguró Estrella Morente. El día antes de ingresar El autor de Pablo de Málaga (2008) colaboró con el director del documental, Emilio R. Barrachina, hasta el día antes de su ingreso hospitalario. Murió el 13 de diciembre, justo el día que el equipo había reservado una sala de montaje para ultimar la película. "¿Eso es algo que hace una persona que sabe que le van a operar a vida o muerte?", preguntó Barrachina, que arrancó emocionados aplausos al calificar a Morente de "grandísimo artista y mejor persona". Centrado en la producción musical de Morente realizada sobre textos de Picasso y con especial atención a uno de los mejores conciertos de su vida, el que ofreció en el Liceu, el documental no es una biografía ni una necrológica ni un homenaje al maestro granadino. Es, en palabras de su director, "su último trabajo", una película donde deja claras dos de sus pasiones (además de la música): la familia y la amistad. "Mi padre, como artista, era un genio. Y como persona era absolutamente insuperable", subrayó su hija, muy seria y con los ojos llorosos. "Nos enseñó a ser buenas personas y a tener curiosidad por la vida". "Le tenemos pegado en nuestra piel, en nuestra sangre", añadió su marido, el torero Javier Conde, que destacó que la familia del artista todavía no ha tenido fuerzas para ver el documental porque el cantaor está "tremendamente vivo" en él. El próximo 8 de abril (día en el que precisamente murió Picasso) Morente se estrenará en España por todo lo alto: en 105 salas, una cifra inusual para una película española (no digamos ya para un documental). Los espectadores, en palabras de Barrachina, encontrarán en la película musical al Morente "más Morente, el más auténtico, el más divertido y el más honesto".