Dos semanas después de provocar un terremoto en el club azulgrana por atacar a Ronaldinho y Rijkaard, y a pocos días del derbi Bar§a-Real Madrid, Samuel Etoo vuelve a ser el rey de las portadas. Esta vez, de la edición española de marzo de la revista Rolling Stone, que dedica su portada y un reportaje al delantero camerunés, que dos días antes de la crisis blaugrana se dejó fotografiar de lo más sugerente.

Joséphine Douet se encargó de retratar al futbolista con americana, camiseta imperio o sin nada, para que pueda lucir en todo su esplendor una tableta que para sí la quisieran otros, incluso algunos que se dedican al deporte de élite. Xavi Sancho, le ha dado al rec de su grabadora y ha dejado que Etoo, "un delantero capaz de prometer un buen puñado de goles por temporada, pero sobre todo grandes titulares", largue a discreción.

DEFECTOS Nada más empezar la sesión de posados, en la que muestra con orgullo un colgante con unas esposas diseñado por él mismo, el jugador deja claro cuál es su peor defecto (o su mejor virtud, según se mire): "Yo solo me arrepiento de un par de cosas que he hecho o dicho. No importa cuáles sean. Es que a veces he pecado de sincero, lo sé. Pero no hay mucho que pueda hacer. Me lo trago y ya está".

Y, abierta la veda, el "Mohammed Alí del siglo XXI", como le llama la revista, que nada más llegar al Bar§a dijo que iba a "correr como un negro para poder vivir como un blanco", se sincera sin medias tintas de lo que se tercia. "Soy un privilegiado --confiesa Etoo--. A mí me protegen vallas que otros tienen que saltar". Sin embargo, se queja del racismo con el que le han tratado alguna vez. Como un día, en París, cuando una dependienta de una tienda de lujo le rechazó la tarjeta de crédito sin probarla. Hasta que llegó el encargado y le reconoció. "Ella creía que la tarjeta era robada porque yo era negro. Me ha pasado muchas veces. Cuando se dan cuenta de que eres futbolista ya no ven a un negro, ven dinero", recuerda.

LE GUSTA AYUDAR "Vivo en Europa, pero duermo en Africa", comenta el goleador del Bar§a que participa en varios programas solidarios con los niños de su país porque, afirma, lo que más le gusta es "ayudar". Tiene apadrinados a 8.000 niños en la fundación que lleva su nombre en Kribi, a 300 kilómetros de la capital camerunesa, Yaoundé. "Cuando el fútbol se acabe quiero meterme en estos programas de manera más profunda. Luego ya veremos si sigo vinculado al fútbol", aclara. ¿Ser entrenador? "Tal vez como Luis Aragonés", contesta Etoo, que cuenta que si lo del balón no le hubiera salido bien, quizá sería abogado o hubiera tenido que "robar". Sinceridad ante todo. "Estoy muy contento con ser quien soy", dice Etoo, que no envidia a otros jugadores como Beckham.