Por primera vez, una compañía realizará cinco pases del mismo montaje en una ciudad extremeña: Mayumaná. Este grupo desborda todos los conceptos de espectáculo y crea un nuevo lenguaje que combina teatro, humor, ritmo, interpretación, danza y sobre todo percusión. Hace música con cubos, aletas, vallas... Desde su nacimiento en 1996, el éxito del proyecto en todo el mundo ha motivado la creación de cuatro compañías diferentes de Mayumaná con más de 60 artistas.

Una de ellas se encuentra estos días en Cáceres. Tras el estreno de anoche, ofrecerá hoy y mañana cuatro nuevos pases (20.00 y 22.30). La española Eva Boucherit, una bailarina de 29 años que forma parte del grupo, desveló ayer las claves del éxito en una entrevista sobre el escenario del auditorio.

--Sólo en Cáceres, Mayumaná tiene en estos momentos 25 profesionales de hasta 19 nacionalidades distintas...

--Sí, somos 13 bailarines y 25 técnicos de luz, sonido y montaje. Venimos de Costa de Marfil, Israel, Brasil, Argentina, Estados Unidos, Portugal, España... Los creadores del proyecto fueron Eylon Nuphar y Boaz Berman, hace nueve años en Israel, y realizaron audiciones a 2.500 artistas para hacer una selección. Posteriormente se han formado hasta cuatro grupos con participantes de muchas nacionalidades. Es una iniciativa muy cosmopolita.

--¿Cuántas horas trabajan?

--Las veinticuatro horas podría decirse, porque hay que entrenar el físico, la coordinación, la percusión... Después, por ejemplo, yo ensayo flamenco, otros corren o hacen natación. Y además nos gusta estar juntos, hay buena química. La convivencia es ideal en la diferencia de culturas que supone Mayumaná.

--¿Qué instrumentos han traído al Auditorio de Cáceres?

--Hacemos música con tuberías de PVC de distinto tamaño, llantas de coche, vallas metálicas, cubos de basura, contenedores, mesas, aletas de buceo, baños de agua, barriles de petróleo, castañuelas, manos y pies...

--¿Qué significa Mayumaná?

--Viene del hebreo y quiere decir destreza . Intentamos ofrecer un mensaje de energía, movimiento, color y calor. Todo está cuidado en el espectáculo: un barril tiene que sonar como si fuera una orquesta. Pero en realidad somos una pandilla de locos.

--¿Y quién puede ingresar como profesional en esta compañía?

--Aquí somos músicos, bailarines, actores y hasta diseñadores gráficos. Hay que estar un poco loco, tener mucho ritmo y algún talento para crear música con cualquier objeto. También se necesita forma física para aguantar el esfuerzo que supone el espectáculo y buena capacidad de concentración y coordinación. Al principio cuesta, tardas unos tres meses en incorporarte al grupo hasta que coges el ritmo. Hay músicos que llevan peor la parte de la danza, bailarines que les ocurre al contrario...

--¿Qué le ha aportado personalmente la experiencia de estos años con Mayumaná?

--Muchísimo. Ahora puedo decir que soy bailarina percusionista. Yo vengo del mundo del flamenco y hasta hace dos años bailaba con la compañía de Joaquín Cortés. Asistí entonces a la audición en Madrid y finalmente conseguí estar entre los doce elegidos. Fueron pruebas duras durante más de un mes.

--¿Qué esperan del público?

--Que disfrute lo máximo posible. En realidad responde muy bien, llenamos el 90% de los teatros. Existe cierta interacción entre nosotros y el aforo, y es muy agradable.