Los desafíos afrontados por el genial pintor español Francisco de Goya debido a una grave enfermedad que lo dejó sordo en la vejez quedaron plasmados en sus últimas obras, exhibidas a partir de este miércoles en un museo de Nueva York. La Colección Frick presenta por primera vez en EEUU un conjunto de cincuenta obras representativas de la última fase creativa de Goya (1746-1828), realizadas durante su exilio voluntario en Burdeos (Francia) entre 1824 y 1828.

Las pinturas, dibujos, litografías y miniaturas sobre marfil de este período, que es virtualmente desconocido por el público general, pertenecen a colecciones públicas y privadas de Europa y Estados Unidos, entre ellas el Museo del Prado, de Madrid.

Estas obras son "expedientes de cómo Goya siguió creando y experimentando con nuevos medios a pesar de la catastrófica enfermedad adquirida en 1793, y que lo dejó sordo por el resto de su vida", dijo Jonathan Brown, uno de los comisarios de la muestra.

A partir de ese momento, Goya comienza a crear obras más introspectivas, imaginativas y de gran carga psicológica.