Si había algún personaje más que conocido en los 15 municipios que componen la comarca de Tierras de Granadilla, amén de otras limítrofes, era Constantino Ruano García, de la saga familiar de Los Feos . Nació en Ahigal en 1931 y hace escasamente unos días se fue para otros mundos.

Con una niñez enfermiza y medio descalzo, tuvo que visitar varias veces a su padre, que se encontraba en la cárcel del pueblo por ser un honesto izquierdista, lo que no quitaba para que todos los domingos, antes de venir el día, llevase a sus hijos a la iglesia, a la misa rezada.

Dotado de una gran inteligencia innata, Constantino fue todo un autodidacta. Infatigable lector y gran conversador sobre lo divino y lo humano. Puso en la calle el libro de poemas Pensamientos del bar de los Feos y participó en programas de radio y televisión sobre temas esotéricos y sobre la vida de ultratumba. Asiduo colaborador de la revista cultural Ahigal . Fue segador en Castilla, lagarero, sastre, camarero y vinatero. Sembró miles de parras y montó su propio negocio. Hoy en día, las bodegas Valdelapiedra, de auténtico vino ecológico, que regenta su hijo Marcos, son el fruto de sus desvelos.

Muy ligado a la vidente Eufrasia Martín Martín, conocida como La Chata de Santibáñez el Bajo , siempre pensó que los dos tumores que superó, uno nasofaríngeo y otro de lengua, fue debido a que esta vidente fue un verdadero médium ante la divinidad. Con su marcha, el mercado dominical de Ahigal ha perdido a uno de sus personajes más emblemáticos. Descanse en paz.