Ya fuera como compañero de juergas enamorado de la misma mujer en Un tranvía llamado deseo (1951) o como el cura que hacía frente a la mafia en La ley del silencio (1954), Karl Malden, muerto ayer a los 97 años, ofreció sus mejores interpretaciones frente Marlon Brando. Ganó el Oscar al mejor actor de reparto por el primer título y recibió una segunda candidatura en esa misma categoría por el segundo.

Recordado por su rostro de facciones duras y la particular forma de su nariz, que se rompió dos veces jugando al fútbol americano siendo adolescente, Malden fue presidente de la Academia de Cine de Hollywood entre 1989 y 1992. Debutó en los teatros de Broadway en 1938 y su primera aparición en Hollywood fue con Sabían lo que quería .