El actor Fernando Guillén considera que el cine español vive un "momento complejo y difícil" debido a que "se hacen demasiadas películas en relación al potencial de espectadores que hay", mientras que el teatro pasa por "un momento absolutamente esplendoroso, lleno de talento".

Así lo ha afirmado a EFE, con motivo de su presencia en Badajoz, donde encarna al fundador de la capital pacense y de la localidad portuguesa de Marvão, Ibn Marwán, en su etapa adulta, en la obra teatral "La osadía de Ibn Marwan", del director Isidro Leyva, que se enmarca en las fiestas Almossassa 2009.

Guillén ha señalado que actualmente muy poca gente acude al cine "porque está el DVD, la televisión y la piratería" y ha apostado por que se debería hacer "menos cine pero de más calidad".

Sin embargo, ha considerado que el teatro español "está lleno de buenos espectáculos y sobre todo llenos de espectadores" y que a lo largo de su vida profesional, "que es muy larga", no ha conocido un momento teatral "tan brillante y absolutamente óptimo como el que tenemos ahora, tanto de directores como de actores".

El interprete catalán ha recordado que sus "primeros pinitos artísticos" tuvieron lugar en los grupos de teatro universitarios, cuando comenzó a estudiar Derecho en Madrid, en los que coincidió con actores como Adolfo Marsillach o Agustín González, quienes tras estrenar varias obras fueron llamados para papeles profesionales.

Ha actuado en cine, teatro, televisión y ha prestado su voz a grandes actores como Jean Rochefort o Martín Dalmau, aunque ha recordado con especial cariño el personaje del Don Juan que ha interpretado en numerosas ocasiones.

Para Guillén, encarnar este clásico papel le "consagró en alguna medida",

En ese sentido, ha recordado que con la película "Don Juan en los Infiernos", dirigida por Gonzalo Suárez, ganó, entre otros numerosos premios, el Goya al Mejor Actor Principal en 1991.

Tras toda una vida dedicado al mundo artístico, hace dos años decidió despedirse de la escena teatral con un monólogo en el Teatro Español de Madrid, ya que, según ha relatado, "un día preparando con mayor profundidad este texto me dije: se llama "El vals del adiós", lo voy a hacer en el teatro en el que empecé, 55 años ya es suficiente, se cierra el círculo".

Padre de los actores Fernando y Cayetana Guillén Cuervo, ha dicho que cuando éstos le comunicaron que querían seguir su trayectoria le "llenó de satisfacción" que perpetuasen "la tradición" y que existiese una saga de "los Guillén Cuervo".

Ha resaltado de sus hijos, además de que son "muy talentosos, han tenido suerte" y ha destacado de Cayetana que es "es una magnífica actriz" y de Fernando que "dirige y actúa", por lo que ha confesado orgulloso estar "muy contento" de ambos.

Aunque nacido en Barcelona, Fernando Guillén tiene orígenes pacenses que ha rememorado con su actuación en Badajoz que ha calificado de "una colaboración especial" con una trascendencia "puramente sentimental" en la que comparte escenario con actores no profesionales.

Al respecto, ha añadido que "el hecho de ser amateur no significa ser mal actor; hay profesionales que soy muy malos y amateur que son espléndidos, en el arte la profesionalidad es un grado relativo", ha sentenciado.