El director teatral Joan Ollé prepara en la actualidad una versión teatral de la obra Odiseo y Penélope , de Mario Vargas Llosa, para el Festival de Teatro Clásico de Mérida 2006, así como otra de la novela Soldados de Salamina , del escritor extremeño Javier Cercas.

Así lo adelantó durante la presentación de El malentendido , de Albert Camus, que pondrá en escena entre el 23 de marzo y el 23 de abril en el Teatro Lliure de Barcelona, en un espectáculo que se representará bajo una especie de Arco de la Defensa, con el público situado a ambos lados.

El montaje sobre la obra basada en La odisea , de Homero, ya había sido anunciado en un par de ocasiones por el autor de La ciudad y los perros , que declaró que adoptaría un formato similar al de La verdad de las mentiras , una lectura dramatizada de relatos escogidos por el autor.

Vargas Llosa y Aitana Sánchez Gijón, que han presentado este último montajes en diversos teatros españoles, asumirían el mismo papel de lectores de La odisea en la versión que presentarían en Mérida.

El malentendido se representará en la sala Fabiá Puigserver bajo un arco que representa el emblemático edificio situado en el eje histórico al oeste de París.

En ese espacio escénico Jordi Collet, Josep Maria Doménech, Marta Marco, Cristina Plazas y Angels Poch pondrán en escena un espectáculo teatral de una hora y veinte minutos de duración. Camus (Mondovi 1913 (Argelia) - Fontainebleu 1960 (Francia) escribió el texto en 1941 en la Francia ocupada mientras vivía en las montañas del centro de Francia.

EL ESTRENO El malentendido se estrenó el 24 de junio de 1944 en el Théatre des Mathurins de París dirigido por Marcel Herrand e interpretado por Maria Casares en el papel de Martha.

La obra transcurre en un hotel de montaña que regentan una madre y una hija en un paisaje de niebla al que vuelve el hijo pródigo que se fue de casa en busca de libertad y de la luz y el mar de Africa.

El director teatral explicó que la obra escrita por el que fue Premio Nobel de Literatura forma parte "de un teatro de precisión filosófica".

El malentendido es, según Ollé, "una maquinaria de reloj impecable que pide precisión de pensamiento, nunca desbordada por la emoción".