La decimoquinta edición del Festival Internacional de Benicássim comenzó oficialmente ayer a las 18:30 horas con los ya tradicionales primeros ritmos del DJ peruano Aldo Linares, que han caldeado musicalmente un ambiente de bochorno en lo meteorológico y de hervidero multicultural en lo festivo.

Según la organización, serán unas 45.000 --la mayoría extranjeras y, sobre todo, británicas-- las personas que discurran diariamente hasta el domingo por el recinto de conciertos del FIB Heineken, ampliado este año hasta los 105.000 metros cuadrados para acoger mejor a los miles de fibers que bailan y disfrutan en carpas y escenarios, descansan en el césped y se avituallan por donde pueden.

Para esta primera jornada del festival, que hasta hace tres años se consideraba una discreta "fiesta de bienvenida" para los más madrugadores pero que ha adquirido ya rango de "noche grande", se programó una de las actuaciones más esperadas de esta edición, la de la banda británica Oasis.

Del recital de esta noche de los Gallagher, que pondrá el broche de oro a una jornada marcada por el funk de Gang of Four y la delicada experimentación de Telépathe, los fibers aguardan especialmente los grandes éxitos de la banda,auténticos himnos indies de los últimos quince años, el mismo número de ediciones que cumple ahora el Festival de Benicassim.

En el apartado español, destacan los conciertos que ofrecerán Fangoria para presentar Absolutamente y recuperar algunos de sus temas más emblemáticos, y La bien querida, nombre bajo el que se esconde Ana Fernández-Villaverde para arrebatarle el hipotético trono de Primera Dama de la acústica nacional a Lourdes Hernández, famosa ya por su alias Russian Red.