Os proponemos un viaje interesante por una antigua explotación de hierro, un lugar reconquistado por el medio natural y rehabilitado para la observación, la investigación y el ocio. Nos referimos a la Mina de la Jayona.

El Monumento Natural Mina de la Jayona se encuentra en el sureste de la provincia de Badajoz, casi en el límite con la provincia de Sevilla. El espacio protegido incluye los terrenos circundantes a la mina y tiene una superficie total de 80 hectáreas, estando dentro del término municipal de Fuente del Arco. Se declarada Monumento Natural mediante Decreto de la Junta de Extremadura en 1997 y posteriormente se reconoce como tal en la Ley 8/98, de Conservación de la Naturaleza y los Espacios Naturales de Extremadura, pasando a formar parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura.

Acceso

La localidad de referencia para llegar a este lugar es Llerena, localidad a la que se accede tanto desde Zafra (A-66) como desde Azuaga, siguiendo la N-432.

Desde Llerena, la EX-200 conduce directamente a Fuente del Arco, desde donde la carretera que se dirige a Puebla del Maestre nos lleva hasta la mina.

Otra alternativa es entrar desde Azuaga o Ahillones (ambas en la N-432) hasta Valverde de Llerena, desde donde podemos continuar fácilmente hasta Fuente del Arco.

Equipamiento

Los antiguos edificios con la típica arquitectura industrial de principios de siglo y que anteriormente eran utilizados en la Mina, actualmente han sido reconvertidos para el uso público. Así, en la entrada del recinto encontramos el centro de información donde se atiende la llegada de las visitas y se informa sobre las normas existentes. A continuación, a la derecha del túnel principal, se encuentra una zona de servicios con merendero y a la izquierda el centro de interpretación.

Historia

El yacimiento de minerales sobre el que construyó la mina era conocido desde antiguo y ya los romanos fueron los primeros en obtener hierro de esta zona. La explotación del mineral de hierro no empezó a ser intensiva hasta comienzos del siglo XX, siendo por tanto relativamente recientes las excavaciones de ahora son visitables.

La extracción del mineral de hierro fue en sus comienzos manual. Posteriormente se transportó mediante animales hasta la fundición donde se procesaba. Posteriormente, la utilización de explosivos y un teleférico hicieron más rápida y rentable la extracción. La mina cesó en su actividad en 1921, dejando a cielo abierto los túneles y galerías que ahora son objeto de protección. La totalidad del recorrido debe hacerse protegido con un casco, que se entrega a los visitantes. En las zonas más estrechas debe evitarse provocar aglomeraciones, por lo que seguimos en todo momento las indicaciones de los guías que acompañan a los grupos.

Ruta

La visita a la mina sólo es posible mediante itinerarios guiados, recibiendo el visitante explicaciones de los aspectos más interesantes tanto geológicos como de fauna y flora.

El recorrido tiene una longitud aproximada de 1 kilómetro y comprende los niveles 2, 3 y 4 de la mina.

El fabuloso juego de contrastes producido por las luces, las sombras, la oscuridad total, la vegetación que llega desde el exterior, así como la espectacularidad de las galerías y cuevas, hacen que la vista sea siempre de interés para el público.

Naturaleza

Las excavaciones realizadas para la extracción del hierro han dejado al descubierto interesantes formaciones geológicas, entre las que destacan un impresionante plano de falla de más de 300 metros cuadrados, así como mineralizaciones de diverso tipo y formaciones kársticas producidas por la disolución de los carbonatos, dando lugar a cristalizaciones y estalactitas.

Flora y fauna

El paisaje ofrece al visitante la posibilidad de admirar la vegetación mediterránea, caracterizada en la zona por su carácter térmico, estando presentes además de los típicos encinares, otras especies como quejigo, acebuche, cornicabra, lentisco y olivilla. En el interior, los helechos y otras plantas fisurícolas son frecuentes.

Destaca especialmente la colonia de murciélagos existente en los lugares menos accesibles de la mina, estando presentes el murciélago grande de herradura, el murciélago ratonero mediano y el murciélago de cueva.

Es de especial importancia por acoger también poblaciones de murciélago mediano de herradura, especie muy amenazada y catalogada en peligro de extinción. En las inmediaciones es posible observar aves que se han adaptado a vivir en las rocas, como la grajilla, chova piquirroja, collirrojo tizón, roquero solitario, collalba negra, estornino negro, avión roquero y golondrina dáurica. El búho real también nidifica en las cuevas de la Mina.

Horarios de visita

Invierno (del 1 de octubre al 30 de abril): 10.00 (primer turno), 12.00 (segundo turno) y 15.30 (tercer turno). Para concertar la visita, que es gratuita, llamar al: 667 756 600.