Florentino Rodríguez Oliva (Malpartida de Plasencia, 1947) es catedrático de Lengua y literatura, jubilado. Ha publicado Agustín Mateos Muñoz. Una peripecia editorial del exilio republicano en México , en coedición de la Editora Regional de Extremadura y la Editorial Esfinge de México. El libro traza la biografía de Mateos Muñoz, catedrático de filosofía extremeño, exiliado en 1939.

--¿Cuál es su rincón favorito de Extremadura?

--Esta tierra es pródiga en rincones que me atraen. He aquí tres de ellos: El panorama que puedo contemplar encaramado en el castillo de Monfragüe. Trevejo, en la sierra de Gata, donde se disfruta de la tranquilidad y el silencio de la naturaleza con sus ruidos tan auténticos. Siempre me sorprende la típica arquitectura de Garganta de la Olla.

--¿Qué plato de la gastronomía extremeña prefiere?

--Más que un plato, este menú. De primero, sopas de tomates de telaraña con machado de ajo y comino (o albahaca); de segundo, caldereta de cabrito al modo casero, y de postre sapillos , como denominan en mi pueblo los huevillos o repápalos en leche muy endulzada con azúcar.

--¿Qué no debería perderse alguien que visite Extremadura?

--La variedad de sus tierras y paisajes con sus poblaciones incluidas (Tierra de Barros, Vega del Guadiana, la Vera, el Valle, Monfragüe, las Hurdes, las Villuercas); los conjuntos monumentales de Olivenza, Jerez de los Caballeros, Guadalupe, Trujillo, Cáceres, Plasencia. O las joyas de arquitectura religiosa que guardan pueblecitos como Berzocana o Brozas, por ejemplo.

--¿Algún lugar le ha marcado especialmente?

--Uno es de donde nace y también de donde se hace. Mi pueblo es el lugar al que no necesito volver porque en realidad nunca lo he abandonado. Y en la ciudad de Cáceres he ejercido la docencia durante más de treinta años, lo cual deja huellas indelebles. Un paseo por sus adarves y por el barrio judío serena al más conturbado espíritu.

--¿Qué actividades disfruta en la naturaleza en su ocio?

--Cuando mis hijos eran pequeños, vivimos las acampadas por distintas comarcas extremeñas. Después he practicado el senderismo. Hoy, camino todos los días durante más de una hora por entre las encinas de las dehesas próximas a mi pueblo.

--¿A qué cita cultural invitaría a un amigo?

--A uno, por lo menos, de los festivales de teatro clásico (Mérida, Cáceres, Alcántara); a los museos de Olivenza (etnográfico), Mérida (romano) y Badajoz (arte contemporáneo), y a las fiestas de Jarramplas (Piornal), los carnavales (Badajoz) o la Encamisá (Torrejoncillo).

--¿Cuáles son los principales atractivos de Extremadura?

--Queda ya dicho: la variedad y autenticidad de sus paisajes, aún no deteriorados en exceso por el turismo. Y la hospitalidad de los extremeños; aquí acogemos bien a los forasteros.