«La respuesta está en el viento»,

«la respuesta flota en el viento»,

«está flotando en el viento», «está

silbando en el viento»… El verso «the answer is blowing in the wind» ha tenido numerosas traducciones al castellano. Miguel Izquierdo y José Moreno han optado por «la respuesta vuela con el viento». «No habría ningún problema en traducir el verbo blow por soplar si fuera

realmente el viento el que soplara, pero en este caso son las respuestas… A las hojas se las lleva el viento y se van volando. Flotan sería demasiado flojo; soplan, absurdo; están, estático…», explica Moreno. Así que, finalmente, las respuestas vuelan. Esta volatilidad, añade Izquierdo, «está en consonancia con la no permanencia del discurso» que Bob Dylan ha practicado en el conjunto de su carrera artística.