El estado de alarma decretado por el Gobierno tras la crisis sanitaria del coronavirus ha generado una incertidumbre total en el seno de la industria cinematográfica española. Se han cancelado los estrenos y se han cerrado los cines. Las distribuidoras han interrumpido su funcionamiento. Tampoco se podrán exhibir nuevos trabajos porque no hay festivales al uso, así que los mercados están también abocados a la parálisis. Los rodajes que estaban en marcha se han suspendido y los que estaban preparándose se han quedado sin fecha de inicio.

La industria del cine es una cadena muy bien engrasada en la que cada eslabón sustenta al siguiente, de forma que sin uno es imposible que funcione el otro. Ahora todas las piezas del dispositivo están detenidas, lo que supone pérdidas económicas y un futuro incierto para los distintos profesionales. EL PERIÓDICO ha querido hablar con un representante de los principales sectores (directores, productores, distribuidores, exhibidores, festivales) para que cuenten de qué manera les ha afectado, y les afectará, esta repentina y grave parálisis:

SECUN DE LA ROSA. Actor. Rodaba su ópera prima como director. Llevamos años viendo a Secun de la Rosa sobre los escenarios, en series y películas, pero su máximo sueño era dirigir una película. Y por fin lo había conseguido: hace tres semanas iniciaba el rodaje de El Cover, una historia llena de canciones ambientada en los hoteles de Benidorm protagonizada por Àlex Monner, Marina Salas y Juan Diego. Estaba allí cuando estalló la crisis y tuvo que suspenderlo todo.

«Es una sensación muy rara, porque, por un lado, está el miedo a la pandemia, y luego está tu pena por tener que frenar este proyecto que era la ilusión de mi vida. Al principio te sientes un poco egoistón, pero te tienes que comer un poco tu orgullo y minimizarlo, dado la dimensión de la tragedia global que atravesamos», explica De la Rosa.

Tanto Kiko Martínez, productor de Nadie es Perfecto P.C., como él decidieron parar el rodaje antes de que se estableciera el confinamiento. «Todo el mundo estaba muy preocupado, en estado de alerta, y rodar con esa presión, era imposible». Cuenta que lo que debía ser una historia divertida y alegre, se estaba contaminando por el miedo.

«He sobrevivido a la Barcelona de los 70, de los 80, a la época del sida, al teatro independiente, a buscarme la vida en Madrid y cuando hago mi primera película como director, llega una pandemia. Es un gran mazazo, pero hay que asumirlo y esperar».

ENRIQUE LÓPEZ LAVIGNE. Productor . «La falta de certezas hace que todo se esté tambaleando». Enrique López Lavigne, uno de los titanes de la producción cinematográfica en España, intenta mitigar desde el confinamiento los desastrosos efectos del parón. En su caso, estaba inmerso en el rodaje de La abuela, la nueva película de Paco Plaza (con guion de Carlos Vermut), y tenía a las puertas de estreno Los europeo, de Víctor García León, con Raúl Arévalo y Juan Diego Botto. «Cada día que pasa tienes que surfearlo como puedes. Rodar películas no es una actividad que puedas hacer desde casa», asegura el hombre detrás de Lo imposible, Verónica o La llamada, entre otras.

«Cuando haces cine siempre hay contingencias que obligan a parar. Pero esta situación es mucho más compleja». El productor apunta a un inevitable cambio de paradigma. «Igual que pasó tras el 11-S con las formas de viajar, es una incógnita saber cómo quedará el cine. Y no solo de las formas de consumo [esto es, que la gente deje de ir a salas en un futuro y se lance a los brazos del streaming], sino en general del modelo de trabajo. La cadena se ha roto: los festivales como Málaga o Cannes, los mercados, los agentes de ventas, la distribución en salas…. Habrá que resetear un modelo que ahora mismo tiene un montón de incógnitas por despejar».

Sobre el previsible cambio de hábitos de ver cine y la hipotética muerte de las salas tradicionales por su traspaso a las plataformas, Lavigne cree que lo que pase ahora en China y Corea del Sur, donde la situación parece relajarse levemente, será clave.

JOSÉ TITO. Cofundador de la distribuitora La Aventura audivisual. Esta pequeña distribuidora barcelonesa vivió un glorioso inicio de 2020. Habían comprado los derechos de Parásitos y su estupendo ojo clínico tuvo recompensa en forma de cuatro Oscar y un éxito arrollador en la taquilla. Pero la crisis del coronavirus lo ha frenado todo de forma abrupta. «La película aún en cartel y había recaudado en taquilla 7,7 millones y calculábamos que en sus últimos coletazos llegaría hasta los 8,5», explica José Tito, responsable, junto a Ferran Herranz, de La Aventura. «Y no podemos quejarnos, porque hasta ahora había hecho un recorrido en sala espectacular. Pero para una empresa tan pequeña como la nuestra, el porcentaje de esos 700.000 euros que se dejarán de ingresar en taquilla es muchísimo, la verdad».

La Aventura tenía previsto estrenar la brasileña Bacurau el 8 de abril, premio del jurado del último Cannes. «Hemos perdido dinero porque pensábamos traer a los directores [Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles] de promoción, y ya habíamos comprado los billetes y habíamos hecho ya un trabajo de prensa. Luego será complicado encontrar fechas para volver a distribuirla y no sabremos si podrán venir», cuenta Tito. «En cualquier caso, hay distribuidoras independientes que lo tienen peor, porque ya habían hecho fuertes desembolsos en márketing y publicidad, y eso es ya difícil de recuperar». Para Tito, lo más desazonante es «la zona gris» en que vivimos: «¿Cuánto durará esto? ¿Serán dos semanas o será mucho más? Es difícil saber qué hacer. Nadie estaba preparado para una situación así».

OCTAVIO ALZOLA. Programador de los cines Renoir. Por primera vez en la historia de España, los cines han echado la persiana y cerrado sus taquillas. Octavio Alzola, que lleva al frente de la programación y el márketing de los Cine Renoir desde el 2014, sintió una pena inmensa al saber que, por tiempo indefinido, las salas no se podrían abrir. Habían tenido un buen 2019 y empezado el 2020 con mucha fuerza y ahora… todo parece incierto.

Para no perder la esperanza entre tanta oscuridad, han iniciado la campaña Festival Renoir Chaplin, y han puesto siete películas de forma gratuita y legal en archivos de internet. «Queremos proponer cada semana algo diferente, la gente lo agradece más que nunca», cuenta.

Algunas distribuidoras se han puesto en contacto con él para comunicarle que de forma excepcional se acabarán saltando la ventana de exhibición. Por el momento, se trata de películas ya estrenadas en la cartelera y que continuarían su explotación en las plataformas por streaming. «Yo lo entiendo, pero es una pena porque es en el cine donde las películas consiguen más visibilidad y prestigio. Cuando todo se normalice, no se trata de que se acumule todo en las mismas fechas, se puede organizar con cabeza, aunque se tarde más en rentabilizar el producto. Lo malo que tiene el ocio en internet es que todo pasa más desapercibido».

CARLOS R. RÍOS. Director del d’a film festival / Reputado escaparate del mejor cine de autor que debía celebrarse en Barcelona entre el 30 de abril y el 10 de mayo, se ha topado de bruces con el parón. «Llevamos días en gabinete de crisis. Nadie estaba preparado para esto», admite su director, Carlos R. Ríos. Pero siguiendo la máxima que dice que a grandes males grandes remedios, el D’A se tira al monte con una atrevida alternativa: «Ni aplazamos ni cancelamos: haremos una versión on line del festival», explica. Para ello, se han asociado con Filmin para presentar en streaming durante las mismas fechas una selección de 35 de las 100 películas que estaban programadas. Considera esta opción como «una estupenda salida para «garantizar» la supervivencia del festival y del equipo que lo organiza.