Fusión flamenca y árabe, y un programa rigurosamente clásico cierran este fin de semana el Festival Ibérico de Música de Badajoz. Guadiana, una de las voces singulares del flamenco extremeño, se alía a Sinouj en el primero de los conciertos (hoy, en la Biblioteca de Extremadura). Esta agrupación de músicos europeos y africanos funde músicas del Magreb y Oriente, y músicas africanas y del jazz.

La Orquesta de Extremadura (Oex), por su parte, aporta las melodías de Dvorak y Mendelssohn, lo que permitirá escuchar (hoy en el Gran Teatro de Cáceres y mañana en Badajoz) el sonido que Boris Andrianov extrae de su violonchelo en la interpretación del concierto del compositor checo.

Las manos de la Oex serán en esta ocasión las del venezolano Eduardo Rahn, titular de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo, que el pasado año cumplió 50 años como formación.

DE RUSIA Rahn lleva conjuntamente su carrera de violinista solista y de director. Comenzó sus estudios musicales a los cinco años, pasando por instituciones como la Mannes School of Music de Nueva York y la Musikhochschle de Frankfurt.

Por su parte, el cellista Boris Andrianov procede de Rusia. Su talento fue reconocido en la Concurso Internacional Tchaikovsky a los 16 años y en el Concurso Internacional de Cello Antonio Janigro (Croacia). Su repertorio abarca varios siglos de violonchelo: desde las suites de Bach al concierto del argentino Astor Piazzola.

La obra que interpretará en Extremadura es la última obra americana de Dvorák, pero su influencia americana, según la información de la Oex, es prácticamente inexistente. El músico checo refleja la nostalgia por su patria, que había abandonado hacía tres años.

En la segunda parte, la Oex interpretará la tercera sinfonía, Escocesa , de Felix Mendelssohn, que la escribió entre 1830 y 1842. Tras un viaje por Europa, con parada especial en Escocia, Mendelssohn escribe esta obra inspirado en los paisajes basándose en formas románticas de entender el sur, soleado y vibrante, y el norte, gris y sombrío.